El trabajo humano en la perspectiva de un pensamiento no ideológico. Reflexiones con motivo de los cien años de la encíclica "rerum novarum"

Résumé

Planteamiento del problemaReleyendo a León XIII, dice Juan Pablo II: Aunque unido a la fatiga y al esfuerzo, el trabajo no deja de ser un bien, de modo que el hombre se desarrolla mediante el amor al trabajo. Y en continuidad con esta relectura, el mismo Juan Pablo II hace progresar aún más la perspectiva afirmada diciendo que El trabajo pertenece, por tanto, a la vocación de toda persona; es más, el hombre se expresa y se realiza mediante su actividad laboral". Ambas afirmaciones, tomadas en su conjunto, enuncian claramente que el trabajo está lejos de ser para el hombre mera accidentalidad. Por el contrario, le otorga una posibilidad y manera de ser hombre, a través de la cual puede aparecer todo el hombre. Las posibilidades contrarias refuerzan esta aseveración en cuanto que el hombre que no trabaja y el hombre sin trabajo, lejos de representar simples casos de un hombre privilegiado o de un hombre desocupado respectivamente, configuran para sus semejantes un hombre problemático y potencialmente patológico.