Ciencia, filosofía y religión. Memoria y futuro de un imaginario social controvertido

Resumen

Desde un punto de vista estrictamente humano tanto la ciencia como la filosofía y la religión constituyen, sin lugar a dudas, unas de las manifestaciones más profundas del hombre. La religión expresa en términos generales una vinculación ("re-ligio") directa, experiencial, del hombre con lo divino, desplegada, luego, en un sistema de creencias y de prácticas éticas, culturales y organizativas. Puede decirse que la religión nació con el hombre. Desde la más remota antigüedad se tienen noticias de cultos religiosos y por lo tanto de actividades humanas que tienen que ver con la religión. Hasta podría decirse que en los pueblos antiguos y todavía en muchos pueblos actuales la religión es como su núcleo fundamental, el que anima a sus culturas. La filosofía y la ciencia, por su parte, establecen también una cierta vinculación, de tipo intelectivo-racional, con su objeto de estudio, de acuerdo a un método determinado, que les permite contrastar sus afirmaciones, de ahí su distinción fundamental con la religión, pero, además, cuentan también con un sistema articulado de saberes y de prácticas, no exentos de valores, de ritos y de organizaciones o instituciones, que la sostienen y la promueven en la sociedad, de manera que no dejan de tener bajo este aspecto sus analogías con la religión, cualquiera que ella sea.