Revista
Pelícano
vol.5 (2019) - 230
Revista Pelícano
Vol. 5.
El vuelo del pelícano
ISSN 2469-0775
pelicano.ucc.edu.ar
Agosto 2019 Córdoba
Daniel Teobaldi
Doctor en Letras Modernas. Profesor Titular
en la cátedra de Literaturas Comparadas en la
Universidad Católica de Córdoba, y Adjunto
Regular en la cátedra de Introducción a los
estudios literarios y en el Seminario de
Profundización en Literatura Argentina, en la
Universidad Nacional de Villa María.
DOI: https://doi.org/10.22529/p.2019.5.13
Rayuela o la permanente lectura
Rayuela or the Permanent Reading
La reedición de Rayuela, de Julio Cortázar,
incluida en la colección de Ediciones
Conmemorativas, que viene realizando la
Real Academia Española de la Lengua
junto con la Asociación de Academias de
la Lengua Española, significa un
reconocimiento definitivo de los valores
que esta novela ha desplegado a lo largo
del tiempo y de las lecturas.
Se trata de un volumen que mantiene
una continuidad con las características
específicas de la colección, que se iniciara
con la edición conmemorativa del
centenario de la publicación de El
ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha,
en 2005.
El libro contiene una primera sección
integrada por de textos de escritores
contemporáneos de Cortázar que ofrecen
un testimonio en el que la experiencia
vital de la contemporaneidad con el autor
de Rayuela capitaliza el interés.
Testimonios de Gabriel García Márquez,
Adolfo Bioy Casares, Mario Vargas Llosa,
Carlos Fuentes y Sergio Ramírez sirven
de apoyo para denotar la centralidad de
Cortázar en el panorama literario
hispanoamericano. A continuación, el
texto definitivo de Rayuela conforma el
sentido de la edición presentada, seguido
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de un documento muy importante para lo que puede configurar un estudio genético de la
novela. Me refiero al Cuaderno de bitácora de Rayuela y a su transcripción. Se trata de un
instrumento fundamental, que permite conocer desde adentro los momentos progresivos
que acompañaron el proceso creativo de la novela en cuestión. Allí, la reproducción de las
notas escritas por Cortázar, los esquemas, los símbolos y las previsiones textuales,
elaborados en paralelo con la redacción de la novela, y reproducidos de puño y letra del
autor, nos está hablando a los lectores de que la escritura de Rayuela no fue un producto del
mero azar y del juego simple, sino que este momento de la creación tuvo las alternativas
propias de una novela planificada desde su concepción hasta la instancia misma de las
correcciones que se le aplicaron una vez terminada la escritura.
En la continuidad de esta edición, se reproducen textos de críticos canónicos relativos a
Rayuela, que se han recuperado para una relectura de la novela. Julio Ortega, Andrés
Amorós, Eduardo Romano y Graciela Montaldo son los autores convocados, reconocidos
estudiosos de la obra cortazariana. María Alejandra Atadía se ocupó de elaborar una
bibliografía que pone el acento en la crítica última dedicada a la novela y a la obra de
Cortázar, junto con un glosario y un índice onomástico, especialmente dedicados a un
público lector no argentino.
Si bien los testimonios pretextuales y los escritos críticos que acompañan al texto de la
novela tienen valor en sí mismos, la verdadera novedad de esta edición reside en la
inclusión del Cuaderno de Bitácora, que había tenido una edición pero que en el hoy había
quedado casi reservada para bibliófilos. Sin embargo, esta versión del Cuaderno es la
tomada del manuscrito original, que consta en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Insisto con la importancia del Cuaderno, porque mucho se ha hablado y se sigue hablando
del proceso de escritura de la novela, a partir de referencias sencillas del propio autor, que
sindican este proceso como un mecanismo guiado por el azar y el puro ludismo. Sin
embargo, el Cuaderno deja a la vista que, si bien la planificación no era exhaustiva, había
todo un desarrollo deliberativo previo a la concepción de los núcleos narrativos más
relevantes, y de la construcción de personajes y atmósferas, que habrán de ser significativos
en el momento de la escritura de la novela.
Este antetexto, que se ubica en las periferias de la novela, nos permite corroborar los
experimentos previos que el autor realizaba, como un camino que habría de consolidar
aspectos de la poética narrativa cortazariana. La disolución de los géneros, el lenguaje
poético como sustento de la forma novela que se está reestructurando, la progresiva
ruptura con el concepto tradicional de espacio y tiempo, el orden lúdico como caos
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aparente, la utilización de dispositivos anagógicos y su paso a los simbólicos, la capacidad
otorgada a los personajes para que hablen en forma de imágenes, la actitud vanguardista, el
protagonismo del lector desde la primera página, son los soportes que Cortázar ha ido
desplegando en el Cuaderno, como una síntesis de contenidos desarrollados en ensayos
sobre la novela desde 1947, y que tuvo dos anclajes preliminares en las novelas El examen
(1950) y Los premios (1961).
Como sabemos, una bitácora es un registro de acciones en el que se desarrollan bocetos,
se toman notas de recuerdos y de cualquier información que se considere que puede
resultar útil para el trabajo que se está realizando o para asentar información que se necesite
guardar. El Cuaderno es precisamente eso: el registro de un viaje al centro de Rayuela.
Esta edición de Rayuela se presentó, oficialmente, durante el VIII Congreso
Internacional de la Lengua Española, celebrado en Córdoba (Argentina), durante el mes de
marzo de 2019. Además del Presidente de la Academia Argentina de Letras, Dr. José Luis
Moure y de otros miembros de esa Corporación, formaban parte de la mesa Mario Vargas
Llosa y Sergio Ramírez. El valor de esas presencias se cifraba en el carácter experiencial y,
podríamos decir, documental que aportaban al acto. En efecto: tanto Vargas Llosa como
Ramírez habían sido testigos privilegiados de la atmósfera creativa que había rodeado a la
novela de Cortázar y de sus repercusiones. Ambos se ocuparon de dejar claro testimonio de
este aspecto, cuando intervinieron como disertantes. Vargas Llosa apuntó algunos datos
que hacían a la personalidad de Cortázar y a la manera en la que ese espíritu, después, se
trasuntaba en sus obras y, especialmente, en la novela objeto de la presentación. Por su
parte, Sergio Ramírez, quien conoció a Cortázar en 1976, trazó un panorama de la época
histórica y cultural de Europa y de América Latina, ubicando a Cortázar en contexto con
las proyecciones que había tenido la aparición de Rayuela.
Una vez más, Cortázar convoca con su novela mayor. Sin embargo, es probable que se
coincida con lo planteado en el momento de la presentación, criterio compartido desde
siempre por este humilde comentarista: Vargas Llosa, con el asentimiento de los presentes
en la mesa, propuso que lo mejor de Cortázar no era Rayuela sino los cuentos. No obstante,
la relevancia de Rayuela estriba, según lo dicho en esa ocasión, en el fenómeno de la
permanente lectura que se observaba en todos los públicos, pero muy especialmente, entre
los jóvenes. Acaso porque la permanente lectura de Rayuela invita a ser pensada como un
permanente ejercicio de la libertad.
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Referencias bibliográficas
CORTÁZAR, J. (2019). Rayuela. Barcelona: Real Academia Española-Asociación de
Academias de la Lengua Española, Penguin Random House.