Revista Pelícano Vol. 2. El asalto de lo impensado
ISSN 2469-0775 - pelicano.ucc.edu.ar – Pp. 82-94
Agosto 2016 – Córdoba
mecanismos del mercado mundial,
determinando formas de control no pago o no
asalariado del trabajo. Así se sostiene un
privilegio de los “blancos” por sobre las otras
“razas” para obtener un salario por la labor
realizada.
El control del trabajo en el nuevo patrón de
poder mundial se constituyó, así articulando
todas las formas históricas de control del
trabajo en torno de la relación capital-trabajo
asalariado, y de ese modo bajo el dominio de
ésta. Pero dicha articulación fue
constitutivamente colonial, pues se fundó
primero, en la adscripción de todas las
formas de trabajo no pagadas a las razas
colonizadas, originalmente indios, negros y de
modo más complejo, los mestizos, en América
y más tarde en las demás razas colonizadas
en el resto del mundo, oliváceos y amarillos. Y
segundo, en la adscripción del trabajo
pagado, asalariado, a la raza colonizadora, los
blancos. (Quijano, 2000, p.208).
3
De esta manera, el autor muestra cómo el
capitalismo mundial fue desde su comienzo
colonial/moderno y eurocentrado. Esto llevó a
la incorporación de diversas y heterogéneas
historias culturales al único mundo posible:
Europa. Significó para ese mundo la
configuración cultural, intelectual, intersubjetiva
entramada por todas las formas de control del
trabajo en torno al capital. Es decir, todas las
experiencias, historias, recursos y productos
quedaron determinados en un solo orden
mundial: la hegemonía europea u occidental. En
este sentido es que la modernidad y la
racionalidad fueron inventadas como
experiencias y productos exclusivamente
occidentales. Así surge la noción del
eurocentrismo como la perspectiva hegemónica
de conocimiento, la versión eurocéntrica de la
modernidad y sus dos mitos principales,
sostiene el autor: “uno, la idea-imagen de la
historia de la civilización humana como una
trayectoria que parte de un estado de naturaleza
y culmina en Europa. Y dos, otorgar sentido a
las diferencias entre Europa y no-Europa como
diferencias de naturaleza (racial) y no de historia
del poder.” (Quijano, 2000, p.211).
3
Cursivas del autor.
La pretensión eurocéntrica de ser la
exclusiva productora y protagonista de la
modernidad y por lo tanto que toda
modernización de las poblaciones no-europeas
es una “europeización”, es una pretensión
etnocéntrica. Más aún si se admite que el
concepto de modernidad hace referencia a la
racionalidad, a la ciencia, a la tecnología y al
progreso occidental estaríamos afirmando que
la experiencia histórica no sería otra cosa que la
propuesta por el etnocentrismo europeo. Sin
embargo, existe un conjunto de elementos
demostrables que apuntan a un concepto de
modernidad diferente, que da cuenta de los
procesos históricos específicos dentro del actual
moderno sistema-mundo
4
.
Desde la perspectiva del moderno sistema-
mundo, afirma Quijano, es necesario admitir
que América y sus consecuencias en el mercado
mundial y en la formación de un nuevo patrón
de poder mundial son un cambio histórico, “se
trata del cambio del mundo como tal” (Quijano,
2000, p.216). Lo que implica una nueva
subjetividad: la percepción del cambio
histórico.
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4
Quijano trabaja y cita al concepto “moderno sistema-
mundo” desarrollado por Immanuel Wallerstein. Esta
discusión se encuentra presente ya en el texto que
escribieran juntos Quijano, A.; Wallerstein, I. (1992). Sin
embargo en Quijano (2000) se plantea una línea de
desarrollo teórico que va desde la imagen “Centro-
Periferia” acuñada por Raúl Prebisch. Dicha imagen fue
pensada para describir la configuración mundial del
capitalismo después de la Segunda Guerra Mundial,
afirma Quijano, con la cuál Prebisch apuntó al núcleo
principal del carácter histórico del patrón de control del
trabajo, sus recursos y sus productos, que cómo bien
describe Quijano, forman parte central del nuevo patrón
mundial de poder construido a partir de América. Para
mayor información sobre Prebisch y la crítica al
capitalismo periférico véase Presbich, R. (1976) Crítica al
capitalismo periférico. Revista de la CEPAL. Naciones
Unidas. Comisión económica para América Lartina.
Santiago de Chile. Recuperado en
http://archivo.cepal.org/pdfs/revistaCepal/Sp/0010070
73.pdf. Para mayor información sobre Wallerstein
principalmente ver Wallerstein, I. (1974-1989), The
Modern Word-System, vol.3, Academic Press Inc, Nueva
York, 3 vols.
5 La percepción del cambio histórico, sostiene Quijano,
articula una nueva perspectiva sobre el tiempo y la
historia, lleva a la idea de futuro, dado que es el único
territorio del tiempo donde pueden ocurrir los cambios.
El futuro es abierto y en este sentido la historia ya no
puede ser percibida sólo como algo que ocurre
naturalmente o producida por las decisiones divinas o
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