En los últimos años, la ciencia ha cumplido un rol fundamental en el desarrollo de las
poblaciones humanas mediante el análisis y comprensión de los procesos naturales. El crecimiento en
conocimientos científicos-tecnológicos ha transformado las condiciones de vida, permitiendo en muchos
casos, un avance económico y cultural, sobre todo en aquellos países en los cuales la biotecnología
forma parte de sus investigaciones, permitiendo, por ejemplo, un mejor posicionamiento económico
mundial .
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Algunos ejemplos de conocimiento e investigación que generaron cambios culturales en la
humanidad, son los adelantos en nano ciencia, nanotecnología y bioinformática.
La biotecnología surge, de y en las ciencias, convirtiéndose en un campo de conocimiento
interdisciplinario y en uno de los motores de transformación social, que necesariamente debe incluirse
en la educación científica del presente y futuro estudiante. Los avances que se prevén en el área de la
biotecnología en los próximos años requerirán de un entrenamiento específico en los estudiantes
universitarios actuales, sin embargo, a pesar de los grandes cambios culturales, las Universidades en
muchos casos, se resisten a ello, en un intento de conservar sus tradiciones más instaladas.
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En este contexto, los alumnos juegan un rol importante como agentes de cambio, por un lado,
con sus nuevos perfiles y forma de percibir la realidad y, por otro lado, con el manejo de la tecnología
y las comunicaciones, exigiendo a los docentes a cambiar la forma de enseñar. La Universidad debe
hacer frente a los desafíos que presenta la sociedad, actuando no solo como una institución académica
sino como agente de transformación que permita el desarrollo, la innovación, el progreso y el bienestar
de la comunidad.
En conclusión, la enseñanza y el aprendizaje en biotecnología es esencial para los países en vía
de desarrollo ya que permitirá preparar a las nuevas generaciones en la adquisición de habilidades y
competencias científicas o competencias laborales.