
Ramirez A, Vieyra Frisicaro M.R, Zarazaga M P. Presentación inusual de calcinosis circunscripta en un canino: reporte
de un caso con localización atípica
Revista Methodo: Investigación Aplicada a las Ciencias Biológicas. Universidad Católica de Córdoba.
Jacinto Ríos 571 Bº Gral. Paz. X5004FXS. Córdoba. Argentina. Tel.: (54) 351 4517299 / Correo:
[email protected]u.ar /
Web: methodo.ucc.edu
.ar |CASO
CLÍNICO R
ev. Methodo 202
5;10(4):
42-
45.
Introducción
La calcinosis circunscripta (CC) es una lesión
benigna caracterizada por la presencia de
depósitos minerales focales o multifocales,
principalmente en los tejidos cutáneos y
subcutáneos. Esta condición se observa con
mayor frecuencia en perros jóvenes de razas
grandes, localizándose habitualmente en áreas
del cuerpo expuestas a fricción o presión
continua.
Aunque su etiopatogenia no está completamente
dilucidada, se han propuesto varios mecanismos
para su desarrollo, entre ellos traumatismos
previos, calcificación distrófica, calcificación
metastásica o factores idiopáticos
1
. La calcinosis
distrófica ocurre en tejidos con daño previo,
como necrosis, inflamación o neoplasias, sin
alteraciones en los niveles séricos de calcio o
fosfato. En contraste, la forma metastásica se
asocia a trastornos sistémicos del metabolismo
mineral, como hipercalcemia o hiperfosfatemia.
La calcinosis idiopática, por su parte, se presenta
sin causas identificables
2
.
El diagnóstico de esta entidad requiere la
integración de los hallazgos clínicos con estudios
de diagnóstico por imágenes y la confirmación
histopatológica. Debido a la rareza de la
condición y a la variabilidad de sus
manifestaciones clínicas, el conocimiento y la
documentación de casos en localizaciones
atípicas resultan esenciales para considerar esta
entidad dentro del diagnóstico diferencial de las
lesiones subcutáneas mineralizadas en caninos.
En este marco, el presente reporte describe un
caso de CC subcutánea localizada en la región
dorsal del sacro en un perro.
Caso clínico
Paciente canino hembra mestiza, con rasgos de
Labrador, de 13 años y 14 kg de peso. Fue
derivada para la extirpación quirúrgica de una
masa en la mejilla, previamente interpretada
como un posible tumor mesenquimal tras
punción con aguja fina (PAF). En el examen
clínico se identificó por palpación una segunda
masa en la región dorsal del sacro, de
aproximadamente 3 cm de diámetro, dura,
subcutánea, sin signos de inflamación ni
compromiso óseo adyacente. Según lo referido
por el propietario, la lesión tenía una evolución
mayor a un año y se consideraba compatible con
una exostosis o “sobrehueso”; sin embargo, no se
habían realizado estudios complementarios que
confirmaran este diagnóstico. La paciente
presentaba temperatura normal, auscultación
cardíaca y respiratoria sin alteraciones, mucosas
rosadas y húmedas, y ausencia de linfadenopatías
periféricas.
Se solicitó una radiografía de la región sacra con
el fin de evaluar en detalle la masa. El estudio
evidenció dos formaciones de radiodensidad
mineral en tejido blando, homogéneas y con
bordes lobulados e irregulares, sin compromiso
de las estructuras óseas adyacentes. La lesión de
mayor tamaño, de 3,10 por 2,56 cm, se localizaba
dorsal a la región sacrococcígea, mientras que la
segunda, de 1,09 por 0,48 cm, se encontraba
dorsal a la región lumbosacra (Figura 1).
Figura 1. Placa radiográfica en proyección
ventrodorsal (A) y laterolateral (B) que muestra dos
estructuras subcutáneas de contornos irregulares y
radiodensidad mineral, localizadas dorsalmente a las
vértebras sacras S1 y S3-Co1, sin evidencia de
compromiso óseo adyacente.
Entre los diagnósticos diferenciales considerados
se incluyeron miositis osificante, metaplasia
ósea, neoplasia mineralizante, CC, secuelas de
traumatismo y cuerpo extraño mineralizado.
Dado que la radiografía no aportaba certeza
diagnóstica y la firmeza del tejido imposibilitaba
la toma de muestra por punción, se indicó la
resección quirúrgica de la masa para determinar
sus características histopatológicas.
Se realizaron estudios prequirúrgicos de
laboratorio, evaluación cardiovascular, ecografía
abdominal y radiografía torácica, sin hallazgos
patológicos relevantes. Los estudios de
laboratorio evidenciaron valores dentro del rango
de referencia, destacando el calcio en el límite
inferior y la creatina quinasa en el límite superior
(Tabla 1). La intervención quirúrgica se llevó a
cabo sin complicaciones, extrayéndose ambas
masas y enviándolas a análisis histopatológico.
La lesión sacra mostraba áreas sólidas y firmes,
alternadas con cavidades que contenían material
caseoso amarillento y zonas de aspecto pastoso
blanquecino.
El tratamiento posquirúrgico incluyó meloxicam
(0,1 mg/kg cada 24 h durante 4 días) y cefalexina
(20 mg/kg cada 12 h durante 7 días). La paciente
mostró una excelente evolución postoperatoria,
con cicatrización normal y retiro de suturas a los
10 días.
El estudio histopatológico de las muestras reveló
que la lesión cutánea de la mejilla correspondía a