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Diálogos Pedagógicos. XXI, Nº 41, octubre 2023-marzo 2024.
dres y en la escuela, pero que se ha prestado muy poca atención a los procesos
de socialización del tiempo libre.
En ese sentido:
Se trata de un tiempo que incluye experiencias que van dando forma, en-
tre otras cosas, a intereses, aficiones, estilos de vida (práctica de depor-
tes, consumo de sustancias, etc.), a estilos de afrontamiento y de relación
(perseverancia, trabajo en equipo, etc.), al sentimiento de pertenencia a
una generación, etc. que, a menudo, quedarán asentados para el resto de
la vida. (Oropesa et al., 2014)
Preguntas como las siguientes: ¿De qué modo han sido construidos proyec-
tos de vida a partir de los ilegalismos a partir de las redes alternativas a la escue-
la? y ¿de qué modo es afectada la convivencia en la educación media a partir de
las redes de ilegalidad en la escuela? dieron paso a la construcción de una nueva
noción, esto es, el neologismo denominado redes alternativas a la escuela, a par-
tir de los relatos de los narradores y las cartografías sociales realizadas por los
participantes del proyecto, que, junto con algunos documentos teóricos e infor-
mes sobre Medellín, permitieron su descripción y explicación en el presente texto.
Este concepto emerge y se sustenta desde los fundamentos de la Antropolo-
gía Histórico-Pedagógica (AHP) para una aproximación a los conceptos de forma-
ción y de educación. A su vez, sirvió como un modo de observación para analizar
las imágenes de sujeto (Wulf, 2004). Estos fundamentos antropológicos fueron
complementados con el concepto de ideal tipo, el cual permite una aproximación a
las preconcepciones o prescripciones institucionales que dinamizan las prácticas
de los sujetos y las subjetividades mismas de quienes comparten un contexto
(Álvarez-Torres et al., 2019). De igual modo, el concepto de red (Castells, 2009)
fue fundamental para aglutinar y comprender los enlaces y las relaciones entre los
sujetos y las prácticas que emergen en el adentro y en el afuera del contexto
escolar. El concepto anterior tuvo como aliado principal al concepto de política de lo
virtual (Sánchez, 2007), en especial, para hacer lectura de las relaciones de poder
y su relación con lo legal, lo ilegal, lo legítimo y lo ilegítimo que circunda en y
alrededor de la escuela. Finalmente, el concepto de heterotopías (Foucault, 2010)
cierra este andamiaje teórico, el cual permite, desde sus cinco principios, pensar
los espacios diferentes, la relación con los otros lugares, la relación con lo mítico y
lo real, además, ese concepto ayudó a realizar las cartografías y a comprender las
relaciones socioespaciales de los sujetos con su entorno inmediato. Estos princi-
pios son los siguientes: 1) Toda sociedad constituye sus heterotopías; ejemplo:
una escuela de varones; 2) Toda sociedad, desde su devenir histórico, reabsorbe
y hace desaparecer una heterotopía que había constituido antes; por ejemplo:
una vieja cárcel deviene en biblioteca municipal; 3) La heterotopía yuxtapone en
un lugar varios espacios que deberían ser, normalmente, incompatibles; por ejem-
plo: la sala de cine, la cual es un lugar donde se proyectan muchos espacios de
otro contexto, de otro momento; 4) Las heterotopías están ligadas a recortes
particulares del tiempo; por ejemplo: el museo como lugar para detener el tiempo
y 5) El sistema de apertura y de cierre de las heterotopías para aislar con respecto
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J.-H. Álvarez-Torres, M. Bonilla-Muñoz, J.-C. Vásquez-AtehortúaDossier temático