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Diálogos Pedagógicos. Año XXI, Nº 42, octubre 2023-marzo 2024.
Nuestra propuesta, por lo tanto, refiere a una situación de acoso e intimida-
ción entre escolares, con intención de daño, ya sea por parte de un individuo o un
grupo considerado agresor, en desmedro de alguien a los que denominamos vícti-
ma. Parece importante precisar que no toda agresión es bullying, ya que debe
existir un desequilibrio de fuerzas (una relación de poder asimétrica) y debe ser
sostenida en el tiempo. Pretendemos excluir sucesos aislados, que configuran
acciones negativas fortuitas y no graves, dirigidas a un alumno en un momento y
a otro en otra ocasión (Olweus, 1973, 1993 y 1998). No menos importante resulta
considerar al grupo de observadores, ya que el agresor necesita un escenario con
un público que lo incite y envanezca.
Es menester aclarar que la terminología que menciona la tríada agresor, vícti-
ma y observadores, tal como aparecen en formulaciones de Olweus y otros auto-
res (Bringiotti, 2015; Castro Santander y Reta Bravo, 2013; Levín, 2012) está
cuestionada y requiere revisión, ya que los conceptos de violencia -y señaladamente
de bullying- son plurívocos, polisémicos y multifactoriales. En efecto, podemos se-
ñalar como intervinientes en episodios de acoso entre pares los factores indivi-
duales, familiares, del grupo de compañeros, escolares y, también importantes,
los socioculturales o de la comunidad de inserción (Avanzini, 2016, p. 29).
Por lo tanto, hemos de cuestionar términos que remiten a concepciones jurídi-
cas o aún criminológicas y, por cierto, a desechar las soluciones cortoplacistas y
condensadas en recetas, que, a lo largo de las investigaciones en el tema, demos-
traron su ineficacia. Es por todo ello que se proponen términos como "el sujeto
que acosa" y "del que es acosado" que resultan adecuados para este propósito.
En esta línea de pensamiento, nos aporta Eva Giberti:
El psicoanálisis posicionó al sujeto como sujeto de la paradoja que reclama
la aplicación de otras lógicas, no formales; la lógica de las paradojas cuen-
ta con distribuidores que pueden pasar por el azar, la historicidad, el géne-
ro y la probabilidad. Estos criterios, asociados con otras lecturas de la rea-
lidad, condujeron a los filósofos al planteamiento de nuevas éticas particu-
larizadas, que se oponen y complementan a las universales. En estas éti-
cas se tramita un deseo que acuerda con ciertas normatividades; de lo
contrario, desembocaríamos en anomia o en transgresiones despóticas.
(2014, p. 14) [Destacados nuestros]
Esta perspectiva crítica es sostenida por diversos autores (Campelo, 2016;
Stolkiner, 2013; Kaplan, 2011; Kantor, 2008), quienes -en particular- cuestionan al
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) de la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría, que relaciona a nuestro objeto de análisis como "tras-
torno disocial" y este encasillamiento condujo al abuso de diagnósticos y de la admi-
nistración de psicofármacos, por lo que ha generado una fuerte polémica en vastos
sectores de la sociedad (Campelo y Lerner, 2014, p. 20; Avanzini, 2022, p. 181).
El Consejo Federal de Educación de la República Argentina, en la Resolución
N.º 217/14, publica la Guía federal de orientaciones para la intervención educativa en
situaciones complejas relacionadas con la vida escolar. Recuperar el saber hacer en las
escuelas con la convivencia y el cuidado comunitario. Ofrece una orientación para
Bullying: sugerencias para prevenir y transitar conflictos escolares
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