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Diálogos Pedagógicos. Año XXI, Nº 41, abril-septiembre 2023.
Los factores sociales y biológicos tienen una gran importancia en el aumento
de la prematuridad y, muy probablemente, sean su mayor causa. En la historia de
la humanidad, al menos desde el Homo sapiens (alrededor de 70.000 años atrás),
hay innumerables ejemplos donde las condiciones de vida estaban estrechamen-
te relacionadas con la salud de la gente. Esto persistió en el mundo desde los
miles de años que pasaron hasta la actualidad, debido a que no mejoraban las
condiciones de vida de muchas poblaciones. De esta forma, se fueron perpetuan-
do los trastornos biológicos en este círculo de pobreza-prematuridad-desnutri-
ción-enfermedades-pobreza que persistieron a través de las generaciones, mien-
tras no mejoraban la calidad de vida de los más desprotegidos. Por eso, estos
factores resultan ser los más importantes y, asimismo, son los más difíciles de
modificar en la medida en que no mejoren las condiciones de vida de la población.
También, se ha comprobado que los problemas sociales, como la pobreza,
generan condiciones desfavorables en el trabajo durante el embarazo y eso tiene
una fuerte correlación con la prematuridad. Los estudios han observado que la
mayor incidencia del parto prematuro ocurría en madres que realizaban trabajos
manuales de cierta intensidad más de diez horas por día y cuando permanecían
de pie muchas horas.
Otro factor es el de las madres adolescentes (menores de 18 años), cuya
frecuencia es marcadamente mayor en las poblaciones con escasos recursos, lo
cual lleva a que perdure un mayor riesgo de tener un parto prematuro.
Hay otros factores sociales, culturales y biológicos relacionados con la
prematuridad. Se destacan: baja talla de la madre, bajo peso materno anterior al
embarazo, parto antes de los 18 o después de los 35 años, hábito de fumar, uso
de alcohol y drogas, escasa educación materna (con cierta frecuencia, no comple-
tan los estudios primarios). Asimismo, esos factores también influyen en los pre-
maturos, tales como el insuficiente aumento de peso en la unidad neonatal, infec-
ciones bacterianas, displasia broncopulmonar y otros trastornos o enfermedades.
Además, no hay dudas de que los factores relacionados con la baja condi-
ción sociocultural generan frecuentemente un riesgo para la evolución a largo
plazo de los prematuros de muy bajo peso, debido a que hay una interacción
entre la prematuridad y el nivel socioeconómico. Existe evidencia de que, en
esas poblaciones, el pronóstico alejado de los niños es más desfavorable y pre-
sentan un mayor déficit en el desarrollo neurológico sensorial y en las capacida-
des cognitivas. El gran problema en esas familias es que esos trastornos pueden
persistir toda la vida. Los niños criados en la pobreza tienen altas probabilida-
des de tener factores ambientales inadecuados, como la privación maternal y los
altos niveles de estrés familiar que los lleva a que tengan menos experiencias
cognitivas estimulantes.
El deterioro en la asistencia de la salud es, también, uno de los factores más
importantes. Cuanto menor es el nivel social y la educación de las madres, meno-
res son las posibilidades de un buen control del embarazo. Esto aumenta las po-
sibilidades de prematuridad, debido a la disminución o ausencia de la aplicación de
estrategias y consejos durante el embarazo.
Pág. 92-107
¿Los niños nacidos prematuros presentarán dificultades...?