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Diálogos Pedagógicos. Año XXI, Nº 41, abril-septiembre 2023.
de los procesos o bien la supremacía de uno sobre el otro, "impidiendo la integra-
ción que posibilita el aprendizaje" (p. 60). Comprender las posibilidades que tiene
el niño para asimilar (aplicar sus esquemas) y para acomodarse (transformar sus
esquemas) permite diferenciar modalidades en el aprender (pp. 59-63). Paín (1975)
propone la identificación de las modalidades de aprendizaje a través de la entre-
vista con los padres, que permite indagar sobre los aprendizajes paradigmáticos,
como la alimentación durante el primer año, el control de esfínteres y el lenguaje y
la entrevista hora de juego psicopedagógico con niños.
La modalidad de aprendizaje se construye a partir de un molde relacional,
modo de relacionarse consigo mismo, con los otros y con los objetos, modalidad
que comporta una "historia que se va construyendo desde el sujeto y desde el
grupo familiar, de acuerdo con la real experiencia de aprendizaje y a cómo fue
significada por él niño y sus padres" (Fernández, 1987, p. 121). Así, la modalidad
de aprendizaje del sujeto se enlaza a la modalidad de aprendizaje familiar. En el
origen de la construcción de dicha matriz, han dejado una huella significativa las
primeras relaciones entre el niño y la madre.
Fernández (1987, pp. 121-132) plantea los conceptos de modalidad de apren-
dizaje normal y modalidad de aprendizaje sintomática (o patológica), que, en un
trabajo posterior, retoma, reformula y enriquece, a la vez que los vincula a la mo-
dalidad de enseñanza (Fernández, 2000). Para Fernández (1987), con una moda-
lidad de aprendizaje saludable, el aprendiente puede recordar, guardar, mostrar y
resignificar. Se corresponde a un enseñante que guarda y entrega el conocimien-
to. En una modalidad sintomática, el aprendiente olvida, repite y es solidaria a una
modalidad de enseñanza que oculta y esconde.
En alusión a su carácter de origen, de aquello que está en la génesis y que
puede ser reeditado y reproducido, Quiroga (1997) sostiene que la primera moda-
lidad de aprendizaje es una estructura interna, a la que denomina "matriz", y la
define de la siguiente manera:
la modalidad con que cada sujeto organiza y significa el universo de su
experiencia, su universo de conocimiento es una estructura interna, com-
pleja y contradictoria, y se sustenta en una infraestructura biológica. Está
socialmente determinada e incluye no sólo aspectos conceptuales sino tam-
bién afectivos, emocionales, y esquemas de acción. (1997, p. 35)
Esta autora señala, también, que esta matriz es una estructura móvil, que con-
densa "en cada aquí y ahora nuestras potencialidades y nuestros obstáculos" (p.
35), la cual es posible de modificarse siempre y cuando no se esté en presencia de
una seria patología en el aprender. Entiende, por otra parte, que sus características
son su multideterminación, en tanto que, en su conformación, intervienen varios
factores y su carácter complejo e implícito, por cuanto "muchos de sus rasgos no
acceden a la conciencia, aunque subyacen al acto de conocer" (1997, p. 36). En
cuanto a la impronta de la familia en la construcción de modalidades de aprendizaje,
expresa que la familia es "el ámbito primario de emergencia y constitución de la
subjetividad, el escenario inmediato de nuestras primeras experiencias, de los
protoaprendizajes fundantes de nuestros modelos de aprender" (1997, p. 43).
Pág. 67-91
Pareja educativa y modalidad de aprendizaje