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Diálogos Pedagógicos. Año XXII, Nº 43, abril-septiembre 2024.
Esta investigación entra en la trama íntima de los contenidos, sus formas de
ser abordados en la clase y sus adaptaciones, si fueran necesarias. En relación
con los contenidos curriculares, la escuela tiene que ofrecer las mismas oportuni-
dades a todos los alumnos para que puedan adquirir y desarrollar competencias
cognitivas, afectivas y culturales; para lograr una autonomía intelectual y social
que les permitan llevar un proyecto de vida, con una mejor calidad de vida.
Fundamentación
Es creciente el número de jóvenes que necesitan de una efectiva ayuda per-
sonal para la superación de los obstáculos que impiden completar la trayectoria
educativa. Es preciso, como primer paso, atender a la reconciliación del joven con
el espacio escolar, para, a partir de allí, retomar el vínculo con la escuela y con sus
estudios.
En el régimen académico de la educación de jóvenes y adultos, se expresa lo
siguiente: los centros educativos de la modalidad son concebidos como espacios
inclusivos, respetuosos de la diversidad, abiertos al trabajo interinstitucional, orien-
tados a fortalecer las trayectorias educativas de los estudiantes en beneficio del
ejercicio del derecho a la educación.
Asimismo, son pensados como ámbitos propicios para el desarrollo de capaci-
dades para la interacción con otros y la participación crítica en una sociedad demo-
crática. Sus propósitos son garantizar el ingreso, la permanencia, la movilidad y el
egreso de los estudiantes, en cumplimiento con el derecho a la educación a lo
largo de toda la vida.
Los jóvenes y adultos que asisten son heterogéneos en diversos sentidos:
edades, experiencias de vida, intereses, motivaciones, situación laboral, historias
familiares e identidad cultural. Además, teniendo como principio pedagógico la in-
clusión, en los escenarios de la modalidad, están presentes jóvenes y adultos con
discapacidad certificada, en el menor de los casos, y, en la mayoría, discapacidades
evidentes sin diagnóstico ni acompañamiento.
Esta problemática se puede observar en la intermitencia en los estudios de
estos jóvenes, como lo expresa Kessler (2004), una escolaridad caracterizada por
el desenganche de las actividades escolares. El autor se refiere a lo que hacen
cuando van a la escuela, "asisten a la escuela, continúan inscriptos, van de mane-
ra más o menos frecuente, pero sin estudiar, sin realizar las tareas, sin llevar
útiles, sin llevar nada" (p. 24). Pero, al mismo tiempo, la escuela tiene su lugar en
el imaginario de estos jóvenes y "cuando hablaban de la educación en general
todavía aparecía como valorada genéricamente. Se repetía la idea de que la edu-
cación es importante para conseguir trabajo, de que la educación es importante
para el futuro" (p. 22).
Al hablar de atender a los requerimientos de cada joven, se hace referencia a
que todos, a lo largo de su educación, pueden presentar dificultades para apren-
der. Estas dificultades pueden ser transitorias o permanentes y oscilar en un con-
tinuo de poco a muy significativas. Los cambios a escala mundial han sido significa-
Trayectoria escolar de jóvenes en contextos de encierro...
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