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Diálogos Pedagógicos. Año XXII, Nº 43, abril-septiembre 2024.
bajo a docentes, personal administrativo y las familias trasladaron a sus hijos
menores a otras instituciones.
Ante lo descrito y para comprender lo sucedido con las escuelas que siguen
brindando el servicio educativo durante la pandemia (2020, 2021, 2022), las ana-
lizaremos desde la resiliencia organizacional. En este sentido, este tema no es
nuevo en el campo educativo porque ha servido para estudiar los avances de las
escuelas en las áreas académicas y, en otros casos a nivel individual, tanto de
estudiantes y de docentes (Drossel et al., 2020; Vinogradov et al., 2022).
Como punto de partida, la resiliencia organizacional es la capacidad de res-
puesta de las organizaciones frente a cambios significativos o repentinos, condi-
ciones desfavorables, riesgos o desafíos a nivel interno y externo, lo que conlleva
a la regulación emocional, relacional y cognitiva de todos los integrantes de la
organización con el fin de proteger y ayudar a todos ellos y salir adelante a nivel
organizativo, además, de recuperarse y seguir funcionando (Guillén Mondragón et
al., 2022; Sezen-Gültekin y Argon, 2020; Castro, 2022; Rui y Huang, 2021;
Vinogradov et al., 2022; Ulukan y Ulukan, 2021). Esta resiliencia exige que la orga-
nización se prepare de manera estratégica con el fin de minimizar el impacto o los
efectos del suceso, lo que le permite estabilidad, adaptación favorable, transfor-
mación de sus prácticas, bienestar y recuperación mental y física de todos (Valen-
cia-Arias, 2021; Durand Mercado et al., 2022; Román et al., 2020; Ulukan y Ulukan,
2021; Castro, 2022).
Ante ello, es necesario puntualizar las capacidades relacionadas con la resiliencia
organizacional: empatía, positividad, flexibilidad, adaptabilidad, anticipación, in-
genio, agilidad, adaptación, redundancia, fortaleza, tolerancia, superación, alinea-
ción estratégica, planificación, sinergia y colaboración (Durand Mercado et al., 2022;
Gómez Rivadeneira et al., 2022; Rui y Huang, 2021; Urrutia-Aguilar et al., 2022;
Moreno Del Río et al., 2022; Castro, 2022). Dichas capacidades permiten afrontar
las angustias, el estrés y la ansiedad en los integrantes de la organización, en
este caso, provocados por la pandemia (Ulukan y Ulukan, 2021; Urrutia-Aguilar et
al., 2022; Vinogradov et al., 2022).
Para lograr lo indicado, la escuela debe transformarse, es decir, asumir lo que
le afecta y decidir actuar (Olmo-Extremera et al., 2021). Como lo señalan los estu-
dios, ante la adversidad, emergió la identidad, el compromiso y los valores del ser
docente, lo que le brindándole fuerzas, optimismo y ganas de continuar con su
labor con el fin de que los escolares sigan avanzando (Gallegos Ruíz y Tinajero
Villavicencio, 2020; Olmo-Extremera et al., 2021; Castro, 2022).
Entonces, las escuelas, en el caso peruano, debieron afrontar la pandemia
desde la suspensión de clases (escuelas privadas) hasta el cierre total de las
escuelas, pero con la posibilidad de realizar las clases de manera digital. Todo
este proceso significó atender varios frentes que, a continuación, desarrollaremos
desde diferentes aspectos, teniendo como marco la resiliencia organizacional.
Gestión. Los directivos tuvieron que comprender que la pandemia y las medi-
das sanitarias afectaban directamente a las escuelas y fueron ellos quienes de-
bían tener una actitud de optimismo (Olmo-Extremera et al., 2021; Holguin-Alvarez
Situación de las organizaciones educativas escolares en pandemia...
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