170 Diálogos Pedagógicos. Año XX, Nº 39, abril-septiembre 2022.
En este modelo, la escritura y la lectura solicitan al lector y al escritor la construc-
ción de hipótesis sobre la situación comunicativa, de tal suerte que las interpreta-
ciones surjan de las inferencias sustentadas en convenciones.
Este autor acentúa la importancia de la discusión para la construcción del
propio escrito, proceso que implica ensayos y errores, más la creación de nuevos
problemas sobre los cuales hablar y discutir. Nystrand atribuye particular impor-
tancia a la revisión, sobre todo si es monitoreada; por eso, hace hincapié en la
función que cumple la lista de control. La revisión revela los errores y explica un
logro alcanzado, modula la realización del plan y subraya las dificultades para
alcanzar el objetivo.
Será precisamente con este modelo que se recupera la relevancia de la socie-
dad sociolingüística y etnográfica, además de declararse la existencia de niveles
del discurso tales como el gráfico, sintáctico, léxico, textual y contextual. Se visualiza,
de manera destacada, la construcción del propio escrito, cuyo ejercicio de ensayo
y error va generando problemáticas dignas de llevar a discusión.
En el modelo de Beaugrande y Dressler (1997), los textos se crean a través
de operaciones complejas que son dirigidas por la atención, la memoria, el control
motor, la motivación y el recuerdo. Según los autores, el texto es una representa-
ción cognitiva en la mente del consumidor de un texto por la composición de los
conceptos (acciones, objetos, situaciones, eventos) y las actividades que promue-
ve. En el proceso textual, la cognición se entiende como una idea del comporta-
miento ordinario en el contexto de las actividades y los propósitos. La producción
textual es una actividad humana compleja de producir en la que se integran algu-
nos aspectos de la psicología cognitiva, la sociología del lenguaje y la lingüística
del texto. En otros términos, la producción de textos escritos se desarrolla en un
contexto y se establece en unas determinadas condiciones generales de cogni-
ción y comunicación.
En este discurrir, Beaugrande y Dressler (1997) presentan la escritura como
un proceso que incluye operaciones cognitivas y metacognitivas; asimismo, hacen
hincapié en el proceso más que en el resultado. Se resalta la importancia de tener
en cuenta las etapas fundamentales para la construcción del texto: planificación,
ideación, desarrollo, expresión y análisis gramatical. En general, el modelo toma
en cuenta condiciones internas y externas al sujeto escritor y al texto como tal. La
enseñanza de la escritura debe destacar la relevancia de la tarea, los logros, los
saberes previos, la accesibilidad, la transparencia (para poder ser aplicadas a la
realidad) y las entradas y salidas conceptuales.
Como parte de este modelo, se considera la existencia de principios regulati-
vos para la eficacia, efectividad y adecuación, los que se plasman por medio de la
eficacia o rentabilidad de la información, la efectividad o impacto del texto en sus
destinatarios y en la adecuación referida a los criterios de textualidad y saciedad
de las necesidades del acto comunicativo.
En el modelo de Bereiter y Scardamalia (1982), se habla de procesos cognitivos
y metacognitivos adjuntos a los procesos de planificación, textualización, revisión
y edición. Estos procesos cognitivos tienen que ver con el conocimiento del proce-
Comprensión lectora, producción de textos y bienestar socioemocional...
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