81
Diálogos Pedagógicos. Año XVII, Nº 33, abril-septiembre 2019.
Formas orgánicas redondas contrastan con las formas fálicas presentes en los
grafitis, representadas por narices extremas, autos veloces, cuchillos, flechas, pre-
servativos. Elementos con isomorfismos propios del desarrollo psicosexual que
atraviesa el adolescente. Corresponde a formas fálicas cualquier objeto que se
asemeje visualmente a un pene. Tales símbolos son representativos de la fertili-
dad y las implicaciones culturales asociadas al órgano sexual masculino.
Mano negra: Posible necesidad de imprimir una huella, huella dactilar; su mano
usa el color negro (se utiliza la fibra negra tipo marcador permanente), una huella
de tamaño importante para ser vista, en distintos lugares del aula. Una mano
negra, pintada en los bancos de las escuelas, pareciera vincularse a la necesidad
de imprimir una huella en distintos lugares del aula.
En los grafitis también aparecen imágenes en blanco y negro. El color es un
símbolo claro en el lenguaje del arte; de por sí el significante negro y el significante
blanco tienen -de acuerdo a las culturas- significados distintos y -a veces- diame-
tralmente opuestos. El negro, para nuestra cultura occidental, se vincula a ele-
mentos oscuros asociados con la muerte, la enfermedad, lo sucio, lo negativo, lo
malo. El negro, en estos últimos años, es el color más usado en los grafitis áulicos.
Se observa el uso del fibrón negro permanente, pues este es mucho más econó-
mico que el lavable y es con el que suelen contar los alumnos entre sus útiles
escolares. El negro compite con el blanco, el blanco del liquid paper, que también es
otro elemento entre los útiles de los alumnos. El blanco, en nuestra cultura occi-
dental, es -en su significado- lo opuesto al negro, pensar en el blanco es pensar
en la pureza, lo limpio, lo natural, lo prolijo, la paz.
El dibujo de la hoja de marihuana es una constante marcada en diversos espa-
cios áulicos; la hoja nos habla de una presencia en la mente como tema, preocu-
pación, su uso y/o consumo. La forma que aparece dibujada en las paredes, sea
por su tamaño como por su calidad gráfica, que muchas veces logra su personifica-
ción y le da vida a su forma, nos habla de cierto grado de idolatría (ver Imagen 2).
3.1.2. Textos
Observamos que predominan, por un lado, palabras como textos solamente
y, por otro lado, nombres propios con firmas dibujadas. Si tomamos las palabras
solas impresas en los distintos mobiliarios (como también en las paredes áulicas),
a primera vista, parecen desconectadas. Luego, al transcribirlas, empezamos a
encontrar algunos conceptos entrelazados. Nombramos algunas de ellas: imper-
fección - suicidio - verdad - asesinar - vida - pabellones - bello - falta - locura -
desangra - celda - encierro - perfección - muerte.
Cada palabra está llena de significado por sí sola, hasta se las podría empa-
rentar con sus opuestos como libertad/encierro, vida/suicidio, locura/verdad, per-
fecta/imperfección, desangra/bello. A estos pares de opuestos, entre otros, los
podemos vincular dentro de la misma dinámica del adolescente, quien se encuen-
tra, con frecuencia, en etapas de confrontación. El grafiti es un mensaje que no
tiene reglas gramaticales; es decir, una palabra o un mensaje puede ser escrito
con diferentes combinaciones de letras. El objetivo es hacer uso de diferentes
Pág. 74-89
S. A. Martínez, R. C. Elisondo