
MARIANA POLIZZI 111
El libro se compone de las siguientes partes: una introducción, en donde el historiador
nacido en Trento nos presenta el preludio a su desarrollo analítico; cuatro capítulos: I) “Ex-
trema derecha 2.0. ¿De qué estamos hablando?”; II) “Extrema derecha 2.0: una denición”;
III) “¿Viejas ideas en nuevos ropajes? Las transformaciones de la extrema derecha 2.0”,
IV) “Manual de instrucciones para combatir a la extrema derecha”; y un extenso apartado
bibliográco que enriquecen la mirada sobre el tema.
En el primer capítulo, el autor incluye un estado del arte bien detallado respecto de la evolu-
ción histórica de la extrema derecha, más un marco teórico que nos permite distinguir el no-
vedoso concepto “extrema derecha 2.0” de otras deniciones como el fascismo, la derecha
radical o el populismo (sobre todo en su enfoque ideacional). Asimismo, Forti (apoyándose
en De Benoist) es enfático en señalar la idea de un momento o época populista, aduciendo
las limitaciones implicadas en concebir el populismo como una ideología delgada; por ello,
se presentan diversos momentos de auge en la expresión de este tipo de partidos y líderes:
desde el siglo XIX hasta la aparición de casos disímiles como Berlusconi, Macron y Trump.
El capítulo 2 se centra en la elaboración del concepto de “extrema derecha 2.0” y su diferen-
cia respecto de conceptos previos, pues para fenómenos nuevos se requieren elaboraciones
teóricas nóveles. También se presenta una analogía a modo de ilustración de la mutación
(performativa) de la nueva ultraderecha: “Los ultras de la actualidad visten camisa y ame-
ricana, […] ya no se les ve con cabeza rapada […] y esvásticas tatuadas haciendo el saludo
romano” (Forti, 2021, p. 81). Esta nueva extrema derecha 2.0 (a nivel europeo y trasatlánti-
co) se caracteriza por la polarización de la sociedad y del debate político mediante distintas
estrategias –las fake news, por ejemplo–; la formulación de posiciones contradictorias y
de teorías conspiranoicas (como la postura de D. Trump al calicar la COVID-19 como
un “invento chino”); y el rechazo al carácter liberal de la democracia, lo que conlleva a un
profundo desprecio por la esencia misma de esta, que se expresa como un gran escozor por
las minorías y la aceptación de la desigualdad como una característica natural del curso
capitalista.
El capítulo tercero ofrece, oportunamente, tres vías de análisis: 1) la mutación ideológica
que caracteriza a estas nuevas extremas derechas: el autor destaca especialmente el rojipar-
dismo de estas formaciones (y también de sus ideólogos, como el lósofo italiano Diego
Fusaro, vinculado a Casa Pound Italia) pues es posible que converjan posturas de extrema
izquierda y extrema derecha en contra del proyecto neoliberal de los países europeos; 2)
el empleo compulsivo de nuevas tecnologías para la difusión de fake news, contenido pro-
pagandístico, teorías conspirativas y posverdad, más el uso de encuestas y el perlamiento
de datos personales para el armado de bases electorales electrónicas; y 3) una plausible
explicación sobre el voto de extracción obrera hacia la ultraderecha.
El cuarto y último capítulo versa sobre las herramientas disponibles para combatir el avance
de la extrema derecha en el mundo. Aquí, Steven Forti nos advierte acerca de la naturaleza
global de este fenómeno político, en donde se dan elementos comunes entre estas fuerzas
derechistas: “El ultranacionalismo, el identitarismo, el soberanismo, un general conserva-
durismo, la islamofobia, la condena de la inmigración, la toma de distancia formal […] del
fascismo y […] un exacerbado tacticismo” (Forti, 2021, p. 216). A su vez, este mensaje de
odio es difundido por congresos, intelectuales derechistas, lobbies, think tanks, entre otros.
Además, Forti señala que gran parte de la causalidad relacionada con el avance reacciona-
rio en el mundo reside en la crisis valórica y representativa de la democracia actual. Para
remediar estos problemas y así evitar las réplicas de Salvini y Trump por el mundo, el histo-
riador trentino esboza una serie de propuestas que van desde las instituciones para así evitar
la inltración de las fuerzas ultraderechistas en los distintos aparatos del Estado y a nivel