¿Una nueva identidad colectiva de
los movimientos sociales? Análisis
de la participación en Twitter de las
organizaciones de la economía po-
pular (2011-2019)
A New Collective Identity for Social
Movements? Analyzing Twitter Parti-
cipation of Popular Economy Orga-
nizations (2011-2019)
Pablo Forni*
Tomás Nougués**
Manuel Zapico***
STUDIA POLITICÆ Número 61 primavera-verano 2024 pág. 26–55
Recibido: 06/03/2023 | Aceptado: 15/07/2023
Publicada por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales
de la Universidad Católica de Córdoba, Córdoba, República Argentina.
* IDICSO/USAL/CONICET, Buenos Aires, Argentina/ pforni0@gmail.com / ORCID ht-
tps://orcid.org/0000-0002-0760-913X
** USAL/UNSAM/CONICET, Buenos Aires, Argentina / tominougues@gmail.com/ OR-
CID https://orcid.org/0000-0002-4173-5789
*** USAL, Buenos Aires, Argentina / manuel.a.zapico@gmail.com / ORCID https://orcid.
org/0000-0001-8057-4749
http://dx.doi.org/10.22529/sp.2024.61.02
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 27
Resumen
El artículo aborda el trabajo de construcción identitaria de la economía po-
pular desplegado en la red social Twitter por parte de un grupo de movi-
mientos fundadores de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular
(UTEP). Para ello, analiza la participación de dichos movimientos sociales
en Twitter, a partir de un corpus de 16 cuentas de organizaciones y diri-
gentes del sector que suman un total de 28150 tweets publicados entre el
2011 y el 2019. El análisis de los datos demuestra la creciente relevancia
que la economía popular adquirió en el discurso público de los movimien-
tos sociales a lo largo del período y el rol central que desempeñó en la
construcción de una unidad de acción entre los movimientos, y reconstruye
la heterogeneidad identitaria de los principales miembros de la UTEP. El
argumento central del artículo es que los movimientos que conforman la
UTEP realizaron un activo trabajo identitario para constituir la economía
popular como una nueva capa de identidad colectiva que no soslaya las
heterogeneidades, sino que se superpone a otras especícas de cada uno.
Este trabajo identitario tuvo un rol central en el camino a la conuencia de
dichos movimientos en la UTEP.
Palabras clave: economía popular - identidad colectiva - movimientos so-
ciales – UTEP - CTEP
Abstract
This article examines the popular economy identity construction work car-
ried by a group of constituent movements of the Unión de Trabajadores
de la Economía Popular (UTEP). To do so, it analyzes the participation
of these social movements on Twitter, using a corpus of 16 accounts of
organizations and leaders of the sector, with a total of 28150 tweets pub-
lished between 2011 and 2019. The analysis of the data shows the growing
importance of the popular economy in the public discourse of the social
movements during this period, the central role it played in the construction
of a unity of action among the movements and reconstructs the identity
heterogeneity of the main members of the UTEP. The central argument of
the article is that the movements that founded the UTEP carried out active
identity work to constitute the popular economy as a new layer of collec-
tive identity that does not ignore heterogeneities but overlaps with others
that are specic to each of them. This identity work played a central role in
bringing these movements together in the UTEP.
Key words: popular economy - collective identity - social movements
UTEP - CTEP
Introducción
Entre los actores políticos y sociales más relevantes de la Argentina
contemporánea, se destacan los denominados “movimientos socia-
les”, que surgen a nes del siglo pasado en puebladas y cortes de rutas
28 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
organizados en oposición a las políticas neoliberales del presidente Menem.
Desde entonces, se consolidaron como un nuevo actor social y político que
representa a los crecientes sectores desempleados, empobrecidos y exclui-
dos en general de las periferias de las grandes ciudades. Estos movimien-
tos fueron uno de los principales protagonistas de las protestas sociales que
marcaron el convulsionado panorama político de la Argentina del cambio de
milenio, y continúan siéndolo hoy en día.
Si bien las ciencias sociales locales han seguido el fenómeno de cerca desde
su surgimiento, la profundización e innovación en el estudio de este actor
cambiante y heterogéneo es una tarea central para la comprensión de los
procesos sociales y políticos contemporáneos. Tal y como mostraremos en
el siguiente apartado, la coyuntura actual demanda el desarrollo de investi-
gaciones orientadas a explorar las múltiples dimensiones de las novedosas
prácticas de estos movimientos sociales. Esto requiere ampliar el abanico de
experiencias organizativas estudiadas para contemplar actores que tensionan
las deniciones clásicas, revisar las perspectivas teóricas en busca de herra-
mientas conceptuales que sean capaces de abordar las coyunturas actuales y,
por último, implementar estrategias de investigación novedosas que abran
nuevas líneas de indagación sobre un fenómeno complejo y dinámico como
son los movimientos sociales en Argentina.
En el entendimiento de que los movimientos sociales mutan y evolucionan,
actualizan sus demandas y reivindicaciones, remozan sus discursos e iden-
tidades político-ideológicas y modican sus prácticas militantes, el presente
artículo propone un abordaje teórico y analítico orientado a captar nuevos
aspectos del fenómeno y utilizar fuentes de datos poco exploradas por las
ciencias sociales locales. En este sentido, durante la pasada década, se regis-
tró un uso creciente de Twitter por parte de dirigentes políticos, partidos, or-
ganizaciones, movimientos, militantes y funcionarios, quienes convirtieron
esta red social en un foro de debate de la vida política. Por esto consideramos
que, aunque menos utilizada que otras redes sociales en Argentina, como
Facebook o Instagram, Twitter es una fuente promisoria de datos sobre ac-
tores sociales y políticos. Por ello, en este artículo desarrollamos un análisis
de la participación en Twitter de dirigentes de primera plana, movimientos y
organizaciones relevantes de la economía popular para el período que abarca
desde la conformación de la Confederación de Trabajadores de la Economía
Popular (CTEP) en 2011 hasta el momento previo a la creación de la Unión
de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) en diciembre de 2019. Se
trata de cuentas pertenecientes a dirigentes y cuentas ociales de las siguien-
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 29
tes organizaciones: la CTEP, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Comba-
tiva (CCC), La Dignidad, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE),
el Movimiento Evita y Los Pibes.
El objetivo de este artículo es analizar el despliegue de la economía popular
como identidad colectiva de las organizaciones y movimientos sociales en la
red social Twitter entre 2011 y 2019. El período elegido incluye los años en
los que se consolidó la CTEP y el posterior proceso de acercamiento y bús-
queda de la unidad de un amplio conjunto de movimientos y organizaciones
sociales que culminó en la creación de la UTEP. Dado que estos dirigentes
y movimientos tuvieron una participación activa en la red social durante el
período, decidimos emprender un análisis del trabajo identitario de los movi-
mientos sociales mediante su participación en Twitter, particularmente en lo
concerniente a la economía popular. Ciertamente, esto no incluye el trabajo
identitario dentro de los movimientos, ni agota el trabajo identitario hacia
afuera que despliega la identidad colectiva como producto o bien social. No
obstante, consideramos que provee evidencia novedosa y relevante sobre
esta última, ya que permite analizar la evolución de la economía popular
como capa de identidad colectiva.
A partir de los desarrollos conceptuales y hallazgos empíricos de una línea
de investigación previa (Forni, Nougués y Zapico, 2020), la hipótesis princi-
pal es que la economía popular surge y se expande transversalmente a todos
los movimientos sociales que convergen en la UTEP a lo largo del periodo
considerado. Una hipótesis secundaria es que la aparición y expansión de la
economía popular como identidad colectiva común a los movimientos no
soslaya las múltiples identidades propias de cada movimiento, sino que se
superpone a estas como una “capa” de identidad colectiva común en el pe-
ríodo considerado. El análisis del tratamiento que hicieron los movimientos
de la economía popular en Twitter permite desarrollar un punto de vista inno-
vador sobre dichas hipótesis en relación con la identidad colectiva del sector.
Por un lado, el artículo da cuenta del incremento cuantitativo de la economía
popular en el discurso de las organizaciones y su creciente protagonismo en
el debate público a lo largo del período estudiado. Por el otro, reconstruye la
complejidad identitaria del sector y evidencia la constitución de la identidad
colectiva como capa identitaria transversal.
El artículo está organizado en cinco apartados. En el primero, se presenta
una sintética revisión de la literatura local sobre movimientos sociales de
las últimas décadas, prestando especial atención al tratamiento de la iden-
tidad colectiva. En el segundo, se desarrolla la perspectiva de la identidad
30 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
colectiva y sus principales aportes al estudio de los movimientos sociales.
Luego, se presentan las principales características de la economía popular y
se reconstruye sintéticamente la denición realizada por la UTEP. En el cuar-
to apartado, se presenta la metodología y, nalmente, se procede a analizar
el corpus de tweets. A modo de conclusión, se reexiona sobre los aportes
del caso y la potencialidad del estudio de la participación política en redes
sociales para el estudio de la conformación de la identidad colectiva de los
movimientos sociales.
1. Los estudios sobre los movimientos sociales y su identidad colectiva
Las ciencias sociales vienen prestando atención a los movimientos sociales
casi desde su surgimiento, aunque con miradas notablemente contrapues-
tas. Las siguientes menciones no agotan el estado del arte, pero exhiben las
principales temáticas en las que se han enfocado hasta el presente. Por un
lado, tempranamente se consideraba que la movilización de sectores socia-
les subalternos ineluctablemente asumió rasgos clientelares (Auyero, 1997 y
2001). Por otro lado, estos movimientos sociales fueron considerados como
una promesa (nalmente frustrada) de autonomía política e incluso, de cam-
bio social revolucionario, especialmente en la coyuntura crítica del cambio
de siglo (Svampa y Pereira, 2003). En los años que siguieron, diferentes
investigadores prestaron atención a las nuevas formas de identidad territorial
barrial (Manzano, 2009; Merklen, 2000) y los cambiantes vínculos con el
Estado (Perelmiter, 2010; Gradin, 2014). Algunos movimientos recibieron
mayor atención, con estudios que analizan su historia y características espe-
cícas, de entre los que destacamos el importante Movimiento Evita (Nata-
lucci, 2012; Longa, 2019). En consonancia con los intereses de este artículo,
Shuttenberg (2012 y 2014) estudió la rica identidad político-ideológica del
Movimiento Evita, Libres del Sur y Movimiento de Unidad Popular a lo
largo de una década en el sur del Gran Buenos Aires. Los aportes menciona-
dos, entre otros, no agotan a este actor político y social. Son necesarios más
estudios de casos, miradas teóricas y fuentes de datos diferentes para ahondar
en su conocimiento.
Se trata, en realidad, de un amplio espectro de organizaciones y movimientos
de variado signo político-ideológico que, en el marco del acelerado deterioro
de las condiciones de vida durante la década del noventa, encontraron en los
cortes de calles y rutas una forma de protesta y reclamo al Estado de subsi-
dios y otros recursos para aliviar situaciones acuciantes de pobreza e indi-
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 31
gencia de vastos sectores de la población. Desde sus inicios, fueron denomi-
nados genéricamente “piqueteros”, en alusión al viejo término piquete1. Los
cortes de calles y rutas, así como el uso de pasamontañas o pañuelos tapando
los rostros para no ser identicados y la portación de palos para enfrentar a
las fuerzas de seguridad no solo constituyeron rasgos de su repertorio de pro-
testa en el espacio público, sino también aspectos distintivos de su identidad
colectiva. Incluso asumieron con orgullo el término piquetero, que tenía para
sus detractores una connotación despectiva y hasta violenta.
Hasta el 2003, todas las organizaciones y movimientos se enfrentaron di-
rectamente con el Estado y el sistema político en general. A medida que las
consecuencias de la crisis del 2001 fueron menguando, la relación entre el
Estado y las organizaciones sociales comenzó a recongurarse durante las
presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2008-
2015). El Gobierno kirchnerista tuvo una activa política de incorporación
de las organizaciones sociales, antes piqueteras, a la gestión gubernamental.
Por un lado, nombró como funcionarios públicos a dirigentes y militantes de
movimientos sociales –por ejemplo, el Movimiento Evita y Barrios de Pie–,
que fueron incorporados, especialmente, al ámbito de la política social (Gra-
dín, 2014; Perelmiter, 2016, entre otros). Por el otro, una parte considerable
de la política social fue implementada por los movimientos sociales con in-
serción territorial, que gestionaron distintos programas sociales (Fiszman,
2014; Manzano, 2008; entre otros).
A partir del año 2011, se inició un proceso de gradual transformación en
los repertorios de acción, así como en la identidad colectiva de un sector
mayoritario de los movimientos sociales. Los palos y pasamontañas fueron
progresivamente reemplazados por picos y palas, cascos, carretillas y otras
herramientas de trabajo, así como por vehículos transportando máquinas de
coser, verduras o material de reciclaje. Este nuevo despliegue en el espacio
público reeja el surgimiento y difusión de una renovada identidad colectiva
en torno a las experiencias y conceptualizaciones de la denominada econo-
mía popular. Así como los palos y las llantas humeantes eran un legado de las
1 El término piquete tiene un lejano origen militar. “Piquet” en francés signica lanza larga
y puntiaguda, o “pica” en castellano. En el siglo XVIII, una valla o línea de picas era una
formación defensiva de soldados portando tales armas. A mediados del siglo XIX, comenzó
a denominarse como “picket line” a los grupos de obreros en huelga apostados frente a las
fábricas para impedir el ingreso. Desde entonces, “piquete” se utiliza en varios idiomas en
referencia a conictos laborales. En la Argentina, desde nes del siglo pasado, pasó a vin-
cularse con los cortes de rutas y calles de los movimientos sociales.
32 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
luchas callejeras de nes de un siglo y comienzos del otro, las herramientas
y materiales de trabajo se inscriben en una larga trayectoria militante (Forni,
Nougués y Zapico, 2020).
Ahora bien, la relación con los movimientos sociales y el trabajo popular no
es una novedad del movimiento de la economía popular, sino que tiene sus
raíces en los devenires socioeconómicos de la Argentina de nales del siglo
XX. De hecho, los movimientos sociales tienen una amplia experiencia en la
gestión de políticas socio-productivas que comenzó a mediados de la década
del noventa con la implementación de programas de asistencia social y las
primeras experiencias de emprendimientos productivos que nucleaban a tra-
bajadores desocupados o informales, entre los que se destacaban las bloque-
ras, las fábricas de pastas y los hornos comunitarios de pan (Nougués, 2021).
Luego, con la pauperización de las condiciones de vida y el estallido de la
crisis, los movimientos sociales fueron un actor clave en la primera experien-
cia nacional con un programa de transferencia condicionada de carácter ma-
sivo, esto es, el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (Golbert, 2004).
También participaron en la implementación e incluso, en el diseño de las
nuevas políticas sociales de promoción de la economía social y el cooperati-
vismo impulsadas por los gobiernos kirchneristas (Castelao Caruana, 2016).
A pesar de que muchas de las organizaciones que hoy integran la UTEP fue-
ron partícipes de esta experiencia, son críticas de la orientación impresa a la
política social en las últimas dos décadas. Finalmente, durante el gobierno
de la alianza Cambiemos, los movimientos sociales, con el Triunvirato Ca-
yetano a la cabeza, opusieron resistencia a los intentos de reforma de la po-
lítica asistencial (Nougués y Salerno, 2020). Sin embargo, los movimientos
populares no se opusieron a la desarticulación de la economía social como
principio rector de la política social impulsada por el gobierno de Macri. Por
el contrario, propusieron una alternativa propia, sustentada en su visión de
la “economía popular”, que fue sancionada por la Ley de Emergencia Social
de 2016. Con dicha normativa, se crearon un conjunto de instituciones y
políticas orientadas a los trabajadores de la economía popular (Hopp, 2018)2.
2 Entre las más destacadas, cabe señalar la creación del Consejo de la Economía Popular y
el Salario Social Complementario y el Registro Nacional de la Economía Popular. También
se creó el Programa de Transición al Salario Social Complementario en la órbita del Minis-
terio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. La propuesta consistió en brindar
un complemento monetario, presentado como un salario complementario a las actividades
de los trabajadores de la economía popular, con una contraprestación en alguna de las ramas
de actividad que la componen.
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 33
La economía popular es, en parte, una propuesta alternativa que se sustenta
en una visión crítica del paradigma imperante en materia de políticas socia-
les a nivel nacional, incluso respecto al esquema desplegado por el gobierno
de Alberto Fernández, que no incorporó las demandas hechas por el sector.
Este involucramiento en las políticas públicas, así como las propias experien-
cias de organización comunitaria en los barrios, las tareas de cuidado (co-
medores, merenderos, centros de primera infancia) y la puesta en marcha de
emprendimientos productivos (reciclaje urbano, huertas familiares, talleres
cooperativos de costura) llevaron a la maduración de renovadas ideas sobre
los objetivos, la tarea y la identidad colectiva de los movimientos sociales,
así como de la orientación de la política pública en general y la social en
particular.
En los últimos años, la economía popular se instaló como una agenda de
investigación que gana progresivamente relevancia. A pesar de ser reciente,
los investigadores locales desarrollaron distintas líneas de indagación que
exploran las múltiples aristas de la economía popular. Por un lado, distintos
autores exploraron el fenómeno de la economía popular como un emergente
de las dinámicas del capitalismo contemporáneo. En ese marco, analizaron
la historia, evolución y composición socioeconómica del sector (Arango,
Chena y Roig, 2017; Chena, 2017; Geandet, 2017; Roig, 2017). También, se
exploraron las intersecciones entre economía popular y género (Hopp et al.,
2020; Campana y Rossi Lashayas, 2020; Stefanetti, 2021), así como el rol
desempeñado por los trabajadores de la economía popular durante la pande-
mia de COVID-19 (Herrero, 2021; Mate y Stefanetti, 2020; Molina y Sayago
Peralta, 2020).
Por el otro, una creciente literatura se dedicó a indagar sobre las organiza-
ciones que impulsan la economía popular y organizan a los trabajadores del
sector. Dentro de esta, se destacan aquellos que estudian la historia y evo-
lución organizativa de la CTEP/UTEP (Maldován Bonelli et al., 2017; Bru-
no, Cohelo y Palumbo, 2017; Tóffoli, 2021), las tensiones con las centrales
obreras (Muñoz y Villar, 2017; Natalucci y Morris, 2019) y las alianzas entre
las organizaciones del sector frente al gobierno de Cambiemos (González,
2021; Silva Mariños, 2020). Solo muy recientemente se encuentran aportes
que tienen en cuenta el papel cada vez más importante de las formulaciones
de la “economía popular” como una identidad común por encima de las po-
lítico-ideológicas preexistentes (Forni, Nougués y Zapico, 2020). También,
otros autores exploran las dimensiones simbólicas de la economía popular
en materia de sus prácticas político-estéticas (Rinaldi, 2021) y el papel de
34 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
las imágenes de la religiosidad popular en la unicación de los movimientos
sociales (Forni, 2019 y 2020). Asimismo, desde una perspectiva marxista, un
conjunto de autores aborda a los trabajadores de la economía popular como
nuevo sujeto histórico (Fernández Álvarez, 2019; Schejter, 2020; Sorroche
y Schejter, 2021). A pesar de la creciente atención prestada a la economía
popular por las ciencias sociales locales, la temática demanda nuevas e inno-
vadoras investigaciones empíricas para explorar sus múltiples dimensiones.
2. La conformación de la identidad colectiva de los movimientos sociales
La identidad colectiva no es simplemente un aspecto para tener en cuenta en
el estudio de los movimientos sociales. A partir de autores como Touraine y
Castells, se presta creciente atención a la dimensión cultural de los “nuevos
movimientos sociales” (estudiantiles, pacistas, ambientalistas, feministas)
surgidos durante las últimas décadas del siglo pasado en Europa y Estados
Unidos (Touraine; 1997; Castells, 1999). Al referirse a estos movimientos, se
centran en las transformaciones de la sociedad postindustrial a n de expli-
car sus características (Polleta y Jasper, 2001). Sin embargo, la mirada más
signicativa para analizar los movimientos sociales contemporáneos es la de
Melucci (Flesher Fominaya, 2010). Este autor desarrolla una perspectiva más
sistemática y centrada en los movimientos en sí, sus características y diná-
micas, más que en las propiedades de las sociedades en las que surgen. A
partir de esta concepción, Melucci aborda aspectos internos de los mismos
movimientos, que son cruciales para entender sus dinámicas (Melucci, 1995).
En línea con este planteo, se considera la unidad empírica del movimiento
social como un resultado que debe ser analizado, más que como un punto de
partida, esto es, un hecho que debe ser explicado a partir de las interacciones
de individuos, grupos de individuos y organizaciones en una serie de even-
tos en los que llevan adelante acciones colectivas, combinando diferentes
orientaciones, oportunidades y limitaciones. Estos actores son capaces de
actuar colectivamente porque alcanzan deniciones compartidas sobre nes,
medios y el campo de acción en el que esta transcurre. Esto es lo que Herbert
Blumer (1969), uno de los primeros teóricos de los movimientos sociales,
señala como la denición de la situación. Desde esta perspectiva, el arribo
a tal denición común es el resultado dinámico de interacciones de proposi-
ción, oposición y negociación de orientaciones contradictorias o divergentes.
La identidad colectiva es, por lo tanto, la denición compartida e interactiva
producida por varios individuos (o grupos) que están interesados y compro-
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 35
metidos con la orientación de sus acciones, así como con las oportunidades y
limitaciones en las cuales estas se desenvuelven (Melucci, 1989).
Por otra parte, la identidad colectiva de los movimientos sociales amplios
y heterogéneos, como en el caso aquí analizado, presenta múltiples capas
superpuestas (Hunt y Benford, 2007). Los integrantes de las organizaciones
y movimientos de la economía popular cuentan con una identidad asociada
a la unidad productiva en la que se desempeñan (ya sea un comedor co-
munitario, un emprendimiento individual o asociativo, o una cooperativa de
trabajo), otra vinculada al movimiento social y político que integran y otro
nivel más general estructurado en torno a su condición de trabajadores de la
economía popular (Forni, Nougués y Zapico, 2020). Otra capa superpuesta a
las anteriores es la religiosa, que se maniesta en las imágenes de la religio-
sidad popular católica que encabezan las marchas de San Cayetano y están
presentes en otras manifestaciones, protestas y actos (Forni, 2019 y 2020).
El análisis revela cómo se maniestan, en la CTEP y en otros movimientos
relacionados con la economía popular, una variedad de identidades super-
puestas y yuxtapuestas.
Es importante recordar que la identidad colectiva tiene un carácter procesual
que implica redeniciones en el tiempo. Esto es resultado del trabajo iden-
titario, es decir, de los procesos a través de los cuales la identidad colectiva
es creada, expresada, sostenida y modicada. Tal trabajo identitario puede
variar su intensidad en diferentes coyunturas históricas del movimiento,
expresándose en sus múltiples manifestaciones públicas (Snow y Corriga-
ll-Brown, 2015).
El trabajo identitario se da tanto en el ámbito interno de los movimientos,
como en su despliegue en el espacio público (actos, marchas, manifestacio-
nes) y, más recientemente, de modo signicativo, en redes sociales como
Twitter. En este sentido, la literatura se focalizó, por un lado, en la identidad
colectiva como un proceso y, por el otro, en la identidad colectiva como un
producto. Respecto a lo primero, autores como Melucci enfatizan el carácter
procesual de la identidad colectiva al analizar cómo se origina y construye en
las redes sumergidas de los movimientos sociales, destacando la generación
de sentidos compartidos y lazos emocionales entre los miembros del movi-
miento (Flesher Fominaya, 2010). En cuanto a lo segundo, otros autores en-
fatizan el carácter de producto (o bien social) de la misma identidad colecti-
va, analizándolo desde un punto de vista externo, lo que permite comprender
los efectos de esa identidad colectiva sobre otros actores, no solo sobre los
miembros. En este sentido, la identidad colectiva como producto potencia la
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acción colectiva al mismo tiempo que dene el movimiento frente a propios
y extraños (Snow, 2001). Es frente a la identidad colectiva como producto,
que establece atributos, intereses y objetivos comunes con los que los pro-
pios se identican, los simpatizantes se sienten atraídos e incluso pueden
incorporarse al movimiento, y los contendientes son denidos como tales
(Flesher Fominaya, 2010).
La identidad colectiva como producto es fundamental para comprender el
posicionamiento político de los movimientos sociales, dado que permite ana-
lizar, desde un punto de vista externo al movimiento, las características de su
identidad colectiva, su circulación en el espacio público y las reacciones que
genera. En esta línea, en el presente artículo partimos de abordar la identidad
colectiva de la economía popular como un producto del trabajo identitario de
la CTEP y lo hacemos a través de las manifestaciones de los movimientos so-
ciales y sus dirigentes en la red social Twitter. De ningún modo esto implica
ignorar otras facetas de su identidad colectiva, como el funcionamiento de la
ENOCEP o los actos, marchas y manifestaciones (Forni, 2019; Forni et al.,
2023), sino que se trata de analizar un aspecto no explorado del trabajo iden-
titario de los movimientos de la economía popular, para lo que se requiere
abordar la identidad colectiva como producto.
3. Una breve presentación de la economía popular como identidad co-
lectiva
A pesar de que la UTEP es la expresión orgánica más representativa del sec-
tor a nivel nacional, la economía popular es un concepto en disputa, tanto en
la arena política como en la académica. Por lo tanto, su denición, medición
y propuestas de acción están en el centro de múltiples disputas y contro-
versias entre numerosos actores, tales como el Estado, las organizaciones
sociales, políticas y gremiales, los académicos, las ONG y los organismos
internacionales (Vélez y Tomatis, 2022). La economía popular emerge como
un nuevo concepto que polemiza con otras perspectivas sobre las problemá-
ticas socioeconómicas y soluciones alternativas para mercados laborales con
altos niveles de heterogeneidad estructural, desempleo y precarización. Prin-
cipalmente, la economía popular se diferencia del paradigma de la economía
social y solidaria (Coraggio, 2013; Razeto Migliaro, 2010). A diferencia de
esta última, la economía popular pretende superar una visión que considera
normativa e idealista para comprender los factores reales que explican el
surgimiento, mantenimiento y expansión de circuitos económicos periféricos
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 37
con altos niveles de explotación, precarización y exclusión que tienen un alto
impacto negativo sobre las condiciones de vida de los sectores populares
(Grabois, 2013).
Sin perjuicio de los debates en torno a la denición y caracterización de la
economía popular y sus diferencias con otros paradigmas alternativos a la
economía capitalista, en este artículo tomamos la concepción de la econo-
mía popular efectuada por la CTEP a través de sus múltiples publicaciones,
documentos y expresiones públicas. En particular, nos ceñimos al producto
del trabajo identitario efectuado desde la Escuela Nacional de Organización
Comunitaria y Economía Popular, que fue recogido en las publicaciones con-
juntas de Grabois y Pérsico, las cuales analizamos en detenimiento en traba-
jos anteriores (Forni, Nougués y Zapico, 2020). Esto se debe a que nuestro
interés radica en analizar la conformación de la economía popular como una
nueva capa de la identidad colectiva de un conjunto heterogéneo de movi-
mientos sociales.
Independientemente de la amplia variedad de actividades que la componen,
la economía popular tiene dos características centrales3 (Chena, 2017). Pri-
mero, los trabajadores de la economía popular desarrollan sus actividades la-
borales por fuera de la relación salarial tradicional, ya sea formal o informal.
Los trabajadores de la economía popular no están alcanzados por la relación
patrón-trabajador, es decir, son trabajadores sin patrón que crean su propia
fuente de trabajo, ya sea de forma individual, asociativa o cooperativa. Se-
gundo, las actividades laborales se caracterizan por ser de alta intensidad
laboral y bajo capital, de forma tal que tienen escasa capacidad de consumo
y acumulación. En esta línea, la UTEP dene la economía popular como el
sector conformado por trabajadores excluidos que se “inventan” sus propias
actividades laborales y las desempeñan por fuera de las relaciones capitalis-
tas tradicionales (Grabois y Pérsico, 2015).
3 Según los datos ociales publicados en el informe de noviembre de 2022 del Registro
Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (RENATEP), el 60.2 % de los trabajado-
res de la economía popular argentina desarrollan emprendimientos individuales, mientras
que el 22 % se agrupa en organizaciones comunitarias o sociales y el 7.6 % se organiza en
cooperativas. Respecto a las ramas de actividad, a nivel nacional, la que mayor cantidad de
trabajadores concentra es la rama de “servicios personales y otros ocios” (35 %), seguida
por “servicios socio comunitarios” con el 27.7 %, principalmente compuesta por titulares
del programa social Potenciar Trabajo que cumplen su contraprestación en dicho rubro.
El 37.2 % restante se distribuye entre el resto de las ramas, dentro de las cuales se destaca
“comercio popular y trabajos en espacios públicos” con el 11.8 % de inscriptos/as. https://
www.argentina.gob.ar/sites/default/les/informe_renatep_noviembre_2022_v3.pdf
38 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
El primero de mayo de 2011 se creó la Confederación de Trabajadores de la
Economía Popular (CTEP), lo que signicó un primer paso para la unidad de
un sector caracterizado por la fragmentación desde sus orígenes. Ese mismo
año comenzó a funcionar, en el seno de la CTEP, la Escuela Nacional de
Organización Comunitaria y Economía Popular (ENOCEP), primero en San
Martín de los Andes (Neuquén) y luego también en otras provincias. Cientos
de dirigentes, referentes y militantes de organizaciones comunitarias y mo-
vimientos sociales asisten desde entonces a sus cursos y talleres. Es en este
espacio donde toman forma las conceptualizaciones en torno a la economía
popular, que quedaron plasmadas en cuatro cuadernillos publicados en 2014 a
partir de las actividades de la ENOCEP. Al año siguiente, se publicó un libro
que incluye dichos cuadernillos, titulado Trabajo y organización en la econo-
mía popular, con la autoría de Juan Grabois y Emilio Pérsico, líderes del Mo-
vimiento Evita y del Movimiento de Trabajadores Excluidos respectivamente
(Grabois y Pérsico, 2015). Durante el período considerado, la ENOCEP ha
sido un ámbito importante de “trabajo identitario”, o sea, de construcción de
una identidad colectiva común a todos los movimientos y organizaciones en
torno a la economía popular (Forni, Nougués y Zapico, 2020).
4. Metodología: una aproximación al trabajo identitario desde la red
social Twitter
En la última década, las redes sociales han adquirido relevancia en el debate
público. Entre otras cosas, han sido fundamentales para multiplicar opinio-
nes y conformar comunidades a partir de temas y opiniones compartidas. La
generalización de la comunicación digital ha conducido a nuevas estrategias
y herramientas de participación política y alcance de la información (Serrano
Suárez, 2020).
Las redes sociales se han convertido en fuentes de información, debate, rati-
cación de ideas y generación de conictos. Las particularidades de este tipo
de participación en el debate público han sido categorizadas como “delibera-
ción online” (Oz et al., 2017), la cual ha sido analizada tanto como una forma
de comunicar información política a un mayor número de personas, fomentar
la participación y la rendición de cuentas tanto de organismos públicos como
distintas organizaciones, como también se ha señalado su contribución a la
polarización (Oz et al., 2017; Min, 2007).
Como arman Calvo et al. (2021), el estudio de estas redes virtuales es fun-
damental para comprender la argumentación y las relaciones entre grupos. En
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 39
esta línea, Calvo y Aruguete (2020) sostienen que las redes sociales también
poseen una condición afectiva. El hecho de publicar mensajes y compartirlos
implica una intención de acompañamiento a ciertas propuestas o manifesta-
ciones. Las publicaciones y tweets generan y ratican un marco de referencia
común, tanto en el plano ideológico como en el afectivo: “La participación
política en las redes es un acto de comunión con otros” (Calvo y Aruguete,
2020, p. 11). De acuerdo con Serrano Suárez (2020), Twitter se caracteriza
por permitir la creación de contenido original y la publicación de archivos
adjuntos o links destinados a conrmar o reforzar los argumentos. Asimismo,
este autor resume cuatro dimensiones de interactividad fundamentales para
dicha red social: “La complejidad de las opciones disponibles, la posibilidad
de responder a los usuarios, la facilidad para comunicación interpersonal y
para agregar información” (Serrano Suárez, 2020, p. 24).
Si bien Twitter no es la red social más popular en la Argentina, es muy uti-
lizada en el ámbito político para manifestar posicionamientos coyunturales,
así como para difundir actividades y movilizaciones. Por este motivo, el es-
tudio de la utilización de esta red por parte de los dirigentes y movimientos
considerados en este artículo resulta pertinente. Para el presente trabajo, se
seleccionaron cuentas de Twitter de agrupaciones, organizaciones o dirigen-
tes que tuvieran una actividad constante y prolongada en la red social. Las
cuentas son perles que utilizan los usuarios de Twitter para realizar publi-
caciones de distinto tipo, especialmente mensajes de texto plano de longitud
corta (actualmente, cada mensaje o tweet puede tener un máximo de 280
caracteres).
Los tweets fueron recuperados mediante la API4 que Twitter desarrolló para
que los investigadores puedan descargar información y utilizarla para sus
análisis. A partir de esta API, se pueden recuperar tweets que sigan ciertos
parámetros solicitados por el usuario –por ejemplo, de algún usuario o hash-
tag particular–, los cuales son descargados en un archivo en forma de tabla.
Esta tabla consta de 22 columnas, entre ellas la fecha de publicación, el texto
4 En este caso, la API (interfaz de programación de aplicaciones) que Twitter desa-
rrolló es utilizada para obtener la información de los tweets de cada una de las cuen-
tas. Para poder acceder a esta API, es necesario crear una cuenta y enviar información
a Twitter explicando para qué se desea acceder a la información que ellos ponen a dis-
posición mediante la API. Como ya se ha mencionado, a pesar de estos permisos, no
se puede acceder a la totalidad de tweets, algo que es necesario tener en cuenta a la
hora de realizar este tipo de análisis. Para más información, véase el sitio web ocial:
https://help.twitter.com/es/rules-and-policies/twitter-api
40 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
publicado en el tweet, los likes y retweets que tuvo. En este trabajo utilizamos
solamente algunos de los campos para poder realizar nuestro análisis, estos
son: nombre de la cuenta –o autor/a del tweet–, fecha de creación del mensa-
je, cantidad de seguidores de la cuenta y el texto o mensaje publicado. La se-
lección estuvo orientada por los objetivos de nuestro trabajo: quisimos saber
qué se publicaba, por quién y en qué momento del lapso estudiado. Respecto
a la cantidad de seguidores, nuestra intención fue conocer la cantidad de
personas que seguían esas cuentas para tener una noción de su “relevancia”.
Ahora bien, la utilización de la API tiene sus restricciones, dependiendo el
tipo de cuenta que se posea. Existe una limitación particularmente importan-
te: de forma gratuita no permite descargar la totalidad de los tweets que se
buscan. Estas limitaciones o restricciones han variado a lo largo del tiempo.
Sin embargo, el objetivo del presente artículo es analizar el trabajo identita-
rio a través de Twitter a partir del tratamiento de la economía popular y la
forma en que se muestran y denen aspectos de la identidad particular de
cada organización y de una identidad común mediante ciertos conceptos.
Primero se seleccionaron las cuentas ociales que serían utilizadas para el
estudio. Luego se solicitaron a Twitter las credenciales que posibilitan la uti-
lización de su API, para lo cual fue necesario explicar que deseábamos hacer
una investigación a partir de las publicaciones de estos usuarios. Luego de
obtener el permiso y las credenciales para acceder al servicio de Twitter, se
obtuvieron tweets de los perles que seleccionamos, los cuales fueron des-
cargados para poder efectuar el análisis en el programa R Studio.
Para nuestro trabajo, la información más importante de la que podíamos dis-
poner era la que contenía el mensaje publicado por cada una de las cuentas.
Con el objetivo de poder analizar adecuadamente este texto, llevamos a cabo
dos procesos comunes en este tipo de análisis. En primer lugar, dividimos el
texto de cada tweet en cada una de sus palabras para poder segmentarlas. Este
proceso, denominado tokenización (Russell y Klassen, 2019), asigna una la
de texto a cada palabra, lo que facilita su estudio y contabilización. Una vez
hecho esto, se eliminan las palabras “vacías”, que no aportan información,
generalmente conectores, pronombres o preposiciones, entre otras. El obje-
tivo es eliminar estas palabras que no aportan al sentido del mensaje o texto.
De esta forma, podemos quedarnos con una palabra signicativa por la.
Ahora bien, en algunos casos no analizamos o contabilizamos palabras, sino
un concepto especíco: “economía popular”. Con el propósito de identicar
este binomio, se unicaron las dos palabras “economía” y “popular”, siempre
que apareciera una después de la otra.
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 41
El período analizado en este trabajo es 2011-2019, es decir, la transición de
la CTEP a la UTEP. Las cuentas de Twitter utilizadas fueron 16, de las cuales
se recuperó un total de 28150 tweets publicados en el período considerado.
Esta recuperación de tweets fue realizada en el mes de marzo de 2020. Las
primeras publicaciones son de septiembre del año 2010 y son tweets publica-
dos por el MTE (@mteargentina). Los tweets utilizados más recientes son de
diciembre de 2019, momento en el que se formó ocialmente la UTEP y que
marca el límite temporal de nuestro trabajo. De esta forma, contamos con una
muestra de 9 años de publicaciones de las organizaciones y sus referentes.
Las cuentas incluidas son tanto cuentas ociales de las organizaciones miem-
bro de la UTEP como cuentas personales de dirigentes destacados de dichas
organizaciones. El primer tweet que menciona el término “economía popu-
lar” data de diciembre del año 2012 y fue publicado por la cuenta ocial del
MTE (@mteargentina), por lo cual el análisis parte de dicha fecha, aunque el
período considerado sea desde la creación de la CTEP en 2011.
Las cuentas son:
CTEP = @UTEPocial
MTE = @mteargentina + @MteRural + @JuanGrabois + @JackieFlo-
resMTE
CCC = @JCAlderete_CCC
Movimiento Evita = @MovimientoEvita + @Leonardo_Grosso + @Fe-
deUgo + @GildoOnorato
Los Pibes = @PrensaLosPibes + @Chatarra59
La Dignidad = @mpladignidad + @rafaelklejzer
Barrios de Pie = @BarriosDePieOk + @danimenendezok
La cantidad de seguidores que tienen estas cuentas es muy variada. En par-
ticular, hay dos dirigentes que tienen muchos más seguidores que el resto, al
menos, cuando se recuperaron estos tweets, en diciembre del año 2020: Juan
Grabois tenía 164830 seguidores, seguido por Leandro Grosso con 50581
seguidores. En tercera posición, se colocaba el Movimiento Evita, al que
Grosso pertenece, con 27166 seguidores. La última cuenta con un número
muy superior de seguidores es la ocial de CTEP, que tenía 23906 seguidores
en el momento en que estos datos fueron recuperados.
42 STUDIA POLITICÆ 61 primavera-verano 2024
Gráco 1
Cantidad total de seguidores por cuenta
Fuente: Elaboración propia.
5. El trabajo identitario de las organizaciones de la economía popular
en Twitter
A continuación, presentamos los resultados del análisis del corpus de tweets
publicados por las organizaciones y sus dirigentes durante el período esta-
blecido. El análisis explora la forma en la que se desempeñaron en la red
social, determinando cuánto la utilizaron, cuáles fueron las palabras más re-
iteradas y cómo evolucionó la aparición del binomio “economía popular” en
sus publicaciones. De esta forma, abordamos la economía popular como un
producto del trabajo identitario de los movimientos sociales seleccionados a
través de su expresión en Twitter.
El objetivo principal es analizar la forma en que la economía popular se
construyó como una nueva capa de identidad colectiva que se suma a las
propias de cada movimiento, logrando una mayor centralidad con el paso
de los años y la maduración de las formas organizativas del sector. Por un
lado, se reconstruye la evolución de las menciones de la economía popular en
Twitter y se la relaciona con los hitos organizativos del sector, dando cuenta
de la progresiva centralidad que la economía popular adquiere en el discurso
de los movimientos sociales a partir de la conformación del triunvirato pi-
quetero. Por el otro, se explora la articulación de la economía popular con
otras capas de identidad especícas de cada movimiento. En conjunto, el
análisis del corpus de tweets permite reconstruir, desde una óptica novedosa,
aspectos centrales del activo trabajo identitario realizado por los movimien-
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 43
tos vinculados a la economía popular desde la fundación de la CTEP hasta el
momento previo a la creación de la UTEP.
Gráco 2
Cantidad total de tweets por organización (2011-2019)
Fuente: Elaboración propia.
El Gráco 2 recoge el total de tweets de cada organización durante el período
analizado. Como puede apreciarse, la cuenta correspondiente al Movimiento
Evita es la que más tweets ha publicado, prácticamente duplicando a la cuen-
ta de Barrios de Pie, que está en el segundo lugar y a la cuenta del MTE, que
está en el tercer puesto con casi 100 tweets menos.
El Movimiento Evita ha sido muy activo en redes sociales, particularmente
Twitter. Asimismo, dentro de este grupo incluimos a Leonardo Grosso, quien
actualmente es diputado nacional y que, al momento de recuperar los tweets,
tenía un total de 50581 seguidores.
El Gráco 2 nos permite apreciar la utilización de Twitter como herramienta
de difusión de las consignas y posiciones de estas organizaciones. Dicho
gráco funciona como una primera mirada sobre la cantidad de publicacio-
nes. Más allá de esta primera aproximación, nuestra intención es conocer la
importancia que cada organización le dio al término “economía popular” en
sus publicaciones.
44 STUDIA POLITICÆ 61 primavera-verano 2024
Para ello, se debe calcular el “peso” que tiene el término “economía popular”
sobre el total de tweets publicados por las organizaciones. De este modo, es
posible identicar la relevancia del concepto en términos relativos.
Gráco 3
Peso relativo del término “economía popular” en los tweets por organización
Fuente: Elaboración propia.
En el Gráco 3, se considera el peso relativo de la “economía popular” en
las publicaciones de las cuentas analizadas, para lo cual se divide la cantidad
de menciones del término sobre la cantidad total de palabras utilizadas en
las publicaciones. Se puede notar una diferencia importante respecto al grá-
co anterior: si consideramos el porcentaje de aparición del término “econo-
mía popular” sobre el total de tweets publicados, se puede apreciar que para
CTEP es mucho más signicativo que para el resto de las organizaciones,
incluso para aquellas que forman parte de esta confederación.
La notoria diferencia del peso relativo es concordante con las características
propias de la CTEP y su rol en el sector de la economía popular. La CTEP
fue la primera experiencia organizativa que unió y organizó a diferentes
movimientos en torno a la economía popular, convirtiéndose en el primer
“sindicato de los trabajadores excluidos”, como se autodenominan. En esta
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 45
línea, la CTEP se consolidó como la principal vocera de la economía popu-
lar como identidad colectiva de los movimientos sociales, tanto en términos
cualitativos como cuantitativos. En este sentido, es esperable que el binomio
“economía popular” tenga mayor peso en la CTEP, una organización propia
del sector que, en las cuentas individuales de los movimientos sociales y
sus dirigentes, las cuales tienen identidades, reivindicaciones y agendas que
incluyen, pero también exceden a la economía popular.
El análisis de la participación de estos movimientos en Twitter resalta el rol
protagónico que tuvo la CTEP en la promoción del concepto de “economía
popular” en el debate público. No obstante, como ya se argumentó anterior-
mente, la participación en la red social solo cubre un aspecto no explorado
del trabajo identitario realizado. En paralelo, la CTEP produjo textos y cursos
destinados a denir, caracterizar y formatear a la naciente economía popular
a través de instituciones como la ENOCEP. Asimismo, la CTEP mantuvo una
activa agenda en el espacio público en la cual los actos y las manifestaciones
ocuparon un lugar central.
Gráco 4
Evolución del uso de “economía popular” en el total de los tweets
Fuente: Elaboración propia.
46 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
En trabajos anteriores demostramos que la identidad colectiva desarrollada
en torno a las formulaciones de la “economía popular” fue un factor necesa-
rio para la unidad de los movimientos y organizaciones sociales en la UTEP,
lo cual requirió un intenso trabajo identitario en los diferentes niveles orga-
nizativos. El primer paso en este camino se dio con la unidad de acción de la
CTEP, Barrios de Pie y la CCC, el denominado “triunvirato piquetero”5, que
tuvo un rol protagónico en las protestas callejeras contra la alianza Cambie-
mos. El segundo paso se dio con la creación de la UTEP a nales de 2019,
como resultado de la incorporación de un conjunto de movimientos sociales,
entre ellos los otros dos socios mayoritarios del triunvirato, a la estructura de
la CTEP (Forni et al., 2023).
El Gráco 4 reconstruye la aparición del término “economía popular” en el
conjunto de los tweets publicados por las cuentas seleccionadas para cada año
del período estudiado. La serie temporal muestra que la “economía popular”
pasó de ser prácticamente ignorada en las publicaciones de Twitter de las
cuentas seleccionadas, alcanzando menos de 10 menciones en los primeros
años de la CTEP (2012 a 2015), a concentrar cientos de menciones anuales al
momento de la conformación de la UTEP a nales del 2019. El gráco ilustra
la relevancia de los dos eventos cruciales, recientemente mencionados, en el
camino a la unidad de los movimientos sociales. En primer lugar, se observa
un claro punto de inexión en el año 2016, a partir del cual la cantidad de
menciones de la economía popular comienza a crecer exponencialmente en
los tweets. Este año coincide con el lanzamiento del plan de lucha unicado
de los movimientos sociales contra las políticas de ajuste de Cambiemos, con
manifestaciones públicas masivas como la primera edición de la Marcha de
San Cayetano por tierra, techo y trabajo (Forni, 2019).
En segundo lugar, la conformación ocial de la UTEP a nales de diciembre
de 2019, tras la asunción del nuevo gobierno del Frente de Todos, coincide
con un nuevo incremento signicativo en la cantidad de menciones de la eco-
nomía popular en el corpus de tweets analizados, que crece un 26.5%. En sie-
te años, la economía popular multiplicó por más de trescientos su aparición
5 Se denominó “triunvirato piquetero” o “Los Cayetanos” al espacio político conformado
por la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa durante el gobierno de
Macri. Desde este espacio se convocaron una multiplicidad de “jornadas de lucha” para
reclamar por mejoras en las condiciones del sector y de los programas sociales o para re-
pudiar políticas del Gobierno nacional. Las movilizaciones anuales del 7 de agosto, por el
día del patrono del pan y del trabajo, San Cayetano, son un claro exponente de su poder de
convocatoria. A nales del 2019, estas organizaciones crearon la UTEP.
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 47
en las publicaciones de Twitter de los dirigentes y organizaciones vinculadas
al sector. Tal como se aclaró en la metodología, el presente análisis no cuan-
tica la totalidad de las menciones de la economía popular en el conjunto de
las publicaciones de Twitter, ni las interacciones con las publicaciones y has-
htags de otros usuarios. La unidad de análisis de este trabajo son los tweets
de las cuentas seleccionadas y no otros elementos, por ejemplo, los hashtags
que circulan por la red. En este sentido, la pregunta sobre la circulación de la
economía popular en el debate público de la red social queda abierta a futuras
investigaciones.
Gráco 5
Las 10 palabras más usadas por organización
Fuente: Elaboración propia.
La economía popular fue un factor clave en la unidad de los movimientos
sociales, dado que se conguró como una nueva capa de identidad colectiva
común que no soslayó la heterogeneidad político-ideológica de los diferentes
movimientos y organizaciones. Por el contrario, funcionó como un “para-
guas” capaz de reunir bajo su ala a un amplio espectro de organizaciones y
movimientos con matrices políticas disímiles, incluso a veces conictivas
entre (Forni, Nougués y Zapico, 2020). La UTEP reúne movimientos so-
ciales con diferentes adscripciones políticas, incluyendo organizaciones de
raigambre comunista maoísta (CCC), de la izquierda nacional (La Dignidad),
48 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
de pasado piquetero (Barrios de Pie), organizaciones barriales de base (Los
Pibes), organizaciones sociales (MTE) y diferentes expresiones del peronis-
mo (Movimiento Evita). A pesar de tener estrategias y tácticas políticas dis-
tintas, estos movimientos sociales son algunos de los principales integrantes
de la comisión directiva de la UTEP.
El Gráco 5 ilustra la heterogeneidad de los movimientos que conforman la
UTEP y, al mismo tiempo, muestra la convivencia de la economía popular
con otras demandas y reivindicaciones propias de cada movimiento. El grá-
co reúne las diez palabras más utilizadas en los tweets de las cuentas aso-
ciadas a las distintas organizaciones. Una vez más, a las siete organizaciones
contempladas en el análisis, sumamos la de los dirigentes pertenecientes a
cada una de ellas. El resultado se obtuvo dividiendo la cantidad de veces que
aparece una palabra por el total de las palabras publicadas. Dado que econo-
mía popular es un término compuesto, se construyó el binomio “economía
popular” a n de poder contabilizar su aparición como término, tomándolo
como una sola palabra.
El binomio “economía popular” aparece entre las 10 palabras más utilizadas
de la cuenta ocial de la UTEP y de La Dignidad, junto con otras alusiones a
la lucha y demandas de los trabajadores populares. Las cinco organizaciones
restantes, incluida el Movimiento Evita, que es la que mayor actividad tiene
en Twitter, no cuentan con la economía popular dentro de sus diez palabras
más utilizadas. Sin embargo, al anar la mirada, resulta claro que, aunque no
gure entre las diez más mencionadas, las cinco organizaciones tienen entre
las palabras más utilizadas términos estrechamente vinculados a la economía
popular, especialmente “trabajo”, “trabajadores” y “populares”. Combina-
das, estas palabras pueden utilizarse para hacer referencia a cuestiones cen-
trales de la economía popular, aunque esta última no se mencione explícita-
mente. Asimismo, las cuentas vinculadas a estas organizaciones son cuentas
de sus principales referentes y cuentas ociales, por lo cual es esperable que
las utilicen para realizar declaraciones, reclamos y demandas políticas más
amplias anes a sus adscripciones políticas. El Gráco 5 permite apreciar la
heterogeneidad, pero también la anidad en las declaraciones públicas de los
movimientos y sus dirigentes.
Por un lado, se destacan las demandas asociadas a las principales proble-
máticas sociales denunciadas por los movimientos sociales, visible en la re-
currencia del hashtag “tierra, techo y trabajo”, que gura en el top 10 de la
UTEP y el Movimiento Evita, y “tierra” en el del MTE. El eslogan de las “3
T” –tierra, techo y trabajo– tiene sus raíces en la propuesta del Papa Fran-
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 49
cisco, pero fue adoptado por los movimientos sociales nacionales, que lo
tomaron como un eslogan central de sus reclamos. Los tres aspectos hacen
alusión a las problemáticas que sufren los trabajadores de la economía popu-
lar: falta de trabajo digno, décit habitacional y crisis alimentaria. Por ello,
constituyen también los principales reclamos de los movimientos sociales
vinculados a la economía popular.
Por el otro, el gráco ilustra y destaca ciertos matices de los diferentes discur-
sos públicos de las organizaciones. Mientras la UTEP está abocada a comu-
nicar sobre la economía popular, organizaciones como Barrios de Pie, MTE y
el Movimiento Evita hacen hincapié en aspectos vinculados a lo “social” y lo
“nacional”. Por su parte, la CCC, La Dignidad y Los Pibes recurren asidua-
mente al término “lucha” y “pueblo” en sus intervenciones en Twitter. Asimis-
mo, son recurrentes las referencias a sus propias organizaciones, dirigentes
y emprendimientos asociados en forma de hashtags. Por ejemplo, el gráco
destaca las menciones a sus principales dirigentes como Juan Carlos Alderete
de la CCC, Rafael Klejzer de La Dignidad y Daniel Menéndez de Barrio de
Pie, y a la radio comunitaria FM Riachuelo de la organización Los Pibes.
Conclusiones
En publicaciones anteriores sobre la misma temática, enfatizamos la impor-
tancia de las formulaciones de la economía popular en el proceso de unidad
de los movimientos sociales en este período histórico (Forni, Nougués y Za-
pico, 2020; Forni et al., 2023). Allí consideramos el papel de la ENOCEP
(Escuela Nacional de Organización Comunitaria y Economía Popular) en la
formación de dirigentes, referentes y militantes de múltiples movimientos y
organizaciones de diferentes partes del país en la difusión de la doctrina de la
economía popular formulada originalmente por los dirigentes Juan Grabois
(MTE) y Emilio Pérsico (Movimiento Evita). Asimismo, observamos cómo
esta nueva capa de identidad colectiva se hacía maniesta en el espacio -
blico en las marchas de San Cayetano y otros eventos masivos de estos mo-
vimientos. A dicha evidencia viene a sumarse la que analizamos aquí sobre
el uso de la red social Twitter por parte de las organizaciones que convergen
en la UTEP. En este sentido, consideramos que las redes sociales, crecien-
temente utilizadas en el ámbito político, son una fuente de datos aún poco
explorada, pero prometedora para la investigación.
Esta red social permite realizar un análisis temporal de las publicaciones e
intervenciones en el debate público de actores relevantes, así como también
50 STUDIA POLITICÆ Nº 61 primavera-verano 2024
habilita a indagar sobre el alcance que tiene cada publicación en particular y
las respuestas que obtiene. Como se aprecia en el corpus de tweets analizado,
el trabajo identitario alrededor de la economía popular ha ganado creciente
relevancia en los últimos años, particularmente, a partir de la asunción del
Gobierno de Cambiemos a nales de 2015. A pesar de las identidades espe-
cícas de cada organización, el análisis demuestra la exponencial relevancia
adquirida por la economía popular en la intervención de las distintas orga-
nizaciones en Twitter. Por este motivo, y más allá de las limitaciones que
pueda tener, Twitter es una red social ideal para llevar a cabo un análisis de
participación política en redes sociales y la evolución de terminologías que,
según nuestros análisis, son centrales para comprender la construcción de
una identidad colectiva.
Como se ha señalado, el término “economía popular” es ampliamente utili-
zado por la cuenta ocial de la CTEP, proporcionalmente entre dos y cinco
veces más que en el resto de las cuentas de las principales organizaciones y
movimientos sociales. Es que la economía popular es central a la identidad
colectiva de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular. Asi-
mismo, en el tercer gráco se observa cómo las referencias a la economía
popular se incrementaron drásticamente a partir de la asunción de Mauricio
Macri a nes de 2015. Esto es claramente concomitante con el despliegue de
las manifestaciones de las organizaciones de trabajadores de la economía po-
pular (colmadas de expresiones propias de su repertorio, tales como las ropas
y herramientas de trabajo, verduras, tractores, materiales reciclados, máqui-
nas de costura, etc.) en las marchas de San Cayetano y otras movilizaciones
en el espacio público. Lo que comenzó incipientemente con la conformación
de la CTEP en 2011, adquirió rápida relevancia durante el proceso de con-
uencia de las organizaciones y movimientos y se consolidó activamente con
la creación de la UTEP a nales de 2019.
Por tanto, la primera hipótesis de esta indagación es conrmada por los datos
de Twitter. A lo largo del período considerado, se realizó un persistente tra-
bajo identitario que expresa y sostiene la economía popular como una capa
de identidad colectiva común a todas las organizaciones y movimientos que
constituyen la UTEP en 2019. Es posible observar cómo la economía po-
pular incrementa su presencia en las cuentas de Twitter hasta la creación de
la Unión en diciembre de 2019. Dicho crecimiento se da a lo largo de todo
el período considerado, sin embargo, se acentúa a partir del año 2016 con
la asunción del presidente Macri. Por tanto, puede inferirse que la capa de
identidad colectiva común a todos los movimientos no solo es parte de la
PABLO FORNI, TOMÁS NOUGUÉS Y MANUEL ZAPICO 51
estrategia de unicación de los movimientos, sino que también es parte de la
estrategia de resistencia desplegada frente a las políticas del Gobierno de la
alianza Cambiemos.
Por otra parte, puede observarse que los diferentes movimientos y organi-
zaciones, al mismo tiempo que realizan este trabajo identitario en torno a la
identidad colectiva, sostienen en sus publicaciones en Twitter sus propias
identidades colectivas constituidas a partir de sus trayectorias y tradiciones
políticas, sus actividades y dirigentes. De este modo, la segunda hipótesis
planteada en el artículo también ha sido conrmada. Es relevante observar
cómo la economía popular como identidad colectiva no soslaya a los dirigen-
tes, actividades y consignas propias de cada movimiento, sino que se suma
a estas en cada caso. En efecto, las diferentes organizaciones y movimientos
encontraron en la economía popular una identidad común que, más allá de
las heterogeneidades existentes, fue importante en el proceso de unidad en la
Unión de Trabajadores de la Economía Popular.
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