46 primavera/verano 2018--2019
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STUDIA POLITICÆ
hizo pie en la economía capitalista. Desde la perspectiva de Esposito, escapar de la tra-
dición teológico-política es destruir la metafísica que “piensa lo positivo solo como re-
sultado de la negación de su contrario. Si se reflexiona sobre esto, toda categoría políti-
ca moderna —soberanía, propiedad, libertad— es el producto contrastante de otra
elaborada solamente para ser negada.” (p. 203). Por ejemplo, en Hobbes el estado civil
es el producto de eliminar el estado de naturaleza, así como en Locke la propiedad pri-
vada se hace a costa de privatizar los espacios comunes. Los conceptos de la teoría po-
lítica son el resultado de la negación de su contrario, haciendo del Dos un Uno median-
te la negación del otro, es decir, incluir excluyendo. El revelamiento del funcionamiento
del nudo bipolar de las categorías políticas occidentales fue llevada a cabo por Esposito
en sus libros Dos. La máquina de la teología política y el lugar del pensamiento y Po-
litica e negazione. Per una filosofia affermativa.
Pese a su desarrollo, todavía el ItalianTougth “se halla en una fase constitutiva y por lo
tanto largamente incompleta” (p. 188), y su perfil filosófico aún está por delinearse de-
finitivamente. No obstante, ahí radica su virtud: un planteo promisorio que arroja una
teoría política emancipadora para el futuro.
El libro de Esposito constituye un valioso aporte para la filosofía política actual en su
vertiente continental, porque, al tiempo que constituye una apuesta por una biopolítica
afirmativa y escapa de la tradición teológica-política de Occidente, debate con los prin-
cipales autores vivos de la filosofía europea: alemanes, como Habermas y Grimm; fran-
ceses, como Nancy, Balibar, Gauchet y otros; e italianos, con los que mantiene una cer-
canía biográfica y comparten intereses filosóficos comunes: Negri, Agamben, Cacciari,
Marramao, Galli, Vattimo. Al mismo tiempo, reconstruye y describe con gran claridad
expositiva —esto sólo para el lector especializado en filosofía, ya que el libro es denso
teóricamente y desarrolla de forma erudita los argumentos, sumado a que maneja, como
lo viene haciendo desde sus primeros libros, un lenguaje técnico que al lector no fami-
liarizado lo abruma— las principales líneas de la filosofía continental del siglo XX, las
que, como se vio, reagrupa en tres grandes grupos que desterritorializaron el pensa-
miento: la German Philosophy, la French Theory y el Italian Thought. De hecho, de la
fusión y el intercambio de estas líneas teóricas es que Esposito arriba a una de sus tesis
principales: “una filosofía de Europa, o para Europa, como reza el subtítulo de este li-
bro, no puede nacer más que del cruce entre sus tradiciones de pensamiento.” (p. 22), la
que desarrolla en el último capítulo, “Una filosofía para Europa.”
Luego del recorrido expositivo del libro, en el último capítulo presenta el proyecto filo-
sófico-político —que plantea incipiente, prematuro, pero con objetivos claros— la
construcción de un “popolo europeo”, una “potencia civil”, de carácter heterogénea y
plural. Retomando la tesis maquiaveliana de que las clases dominantes —en la actuali-
dad, representadas en las altas finanzas globales— buscan oprimir al pueblo y el pueblo
busca no ser oprimido, una potencia civil sólo puede generarse desde la confrontación
entre estas dos clases —el desarrollo de esta división lo hace en el último punto del li-
bro, bajo el título “Los dos pueblos de Europa”. Los intereses populares deben predo-
minar por sobre los “grandes”. Sólo del conflicto puede crearse un nuevo orden, una
nueva unidad. Aquí converge su pensamiento con la tradición conflictual del Italian
Thoguth. Sólo de esta división fundamental y “cuando se produzca una verdadera alian-
za entre los estamentos populares que forman la gran mayoría de los pueblos europeos,
podrá Europa encontrar la motivación profunda de su propia unión.” (p. 25). Así pues,