
GERMÁN ARROYO 61
Shook (2000), James Good (2006) y Thomas Dalton (2002)
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. Respecto de
la intersubjetividad y la constitución social del yo, hay bastante acuerdo en
esta vertiente de la literatura secundaria respecto de la inuencia de Hegel
en la losofía de Dewey (Johnston, 2010; Garrison, 2006; Rockmore, 2005;
Savage, 2002). Como señala Garrison (2006), Dewey “compartía la crítica
de Hegel al individuo atomista, a-social, históricamente descontextualizado,
innatamente libre, racional y liberal” (p. 2), y abogaba por una compren-
sión del individuo según la cual “el hombre es verdaderamente un ser social,
constituido por sus relaciones con otros” (EW, 3, p. 308).
Ahora bien, para que el individuo se constituya y autorrealice en sus rela
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ciones con otros, es necesario que dichas relaciones encuentren la menor
cantidad de obstáculos posibles. La ausencia de barreras a la comunicación
es uno de los requisitos concretos de dicha condición de no interferencia. El
objetivo de este requisito es que toda persona pueda participar en la discu
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sión pública sin verse excluida por barreras articiales a la comunicación
con otros miembros de la comunidad. Honneth encuentra una similitud entre
Dewey y Hegel respecto de ese aspecto de la vida en comunidad, lo cual es
plausible si se presta atención: 1) por un lado, a la importancia del principio
de la ausencia de barreras o divisiones articiales entre el individuo y su en-
torno natural y social, que en general atraviesa diversos campos de estudio en
la obra de Dewey, ya sea el del arte (LW, 10, p. 110), el de la educación (MW,
9, p. 105), el del conocimiento (LW, 4, p. 20), el de la religión (LW, 9, pp.
55-56) o la forma de vida democrática como tal (LW, 14, pp. 227-228); 2) por
el otro, a la importancia que Dewey otorga a la losofía de Hegel respecto de
este principio: “El tratamiento de Hegel de la cultura humana, de las institu
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ciones y de las artes, implicó la ... disolución de muros divisorios rígidos, y
tuvo una atracción especial para mí” (LW, 5, p. 153). Incluso luego de haber
abandonado su “conanza en la dialéctica”, Dewey asegura que “el énfasis
de Hegel en la continuidad ... persistió sobre bases empíricas” (Dewey, 1939,
p. 18). Una manifestación concreta de esta anidad se halla en el análisis de
Särkelä (2013), quien vincula la losofía social del reconocimiento público
de las Lectures in China de Dewey (1973) con la idea de Versöhnung [recon
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ciliación] en la Phänomenologie des Geistes (1807/2023).
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Cabe señalar, sin embargo, que Richard Bernstein (1971) fue el primer gran lósofo e
intérprete que puso en cuestión el “mito” de que el “‘período’ hegeliano de Dewey repre-
senta una etapa temprana de su desarrollo intelectual que eventualmente superó y descartó”.
Para Bernstein, por el contrario, “si volvemos al estudio de Dewey, veremos cuán falso es
este mito y cuán persistente fueron los temas hegelianos en su losofía ‘madura’” (p. 168).