3
2. Preferencias personales ciudadanas
Debo precisar que, como convicción ciudadana y personal,
no tengo ninguna preferencia por las reelecciones indefinidas
y
ni

siquiera

por

los

sistemas

presidencialistas.

Como
ciudadano, pienso que algún día será irremisible que mi país y
otros de nuestra región adopten el sistema parlamentario. No
comparto
el

reiterado

argumento

de

que

lo

impide

nuestra
tradición.
Considero

que

importa

una

subestimación

de
nuestros
Pueblos

pretender
que
se
nos
impone
el
presidencialismo
porque
esa
supuesta
tradición
exige
lideratos
políticos

fuertes.

Creo

que

todo

Pueblo

aspira

a
lideratos de esa naturaleza y no sólo los nuestros. Cualquier
Pueblo aspira a elegir democráticamente y a ser conducido por
los mejores y más nobles, hábiles, íntegros e inteligentes de
sus ciudadanos que –además- ostenten dotes de empatía. Pero
estas son condiciones personales que no dependen de la forma
particular de la más o menos precisa regulación constitucional
de
los

sistemas

democráticos,

pues

no

las

otorgan

las
constituciones: Quod natura non dat, Constitutio non præstat.
Sin duda que personas con esas cualidades han descollado
y
gobernado

en

el

marco

de

sistemas

parlamentarios

y

han
sido reelectas reiteradamente por sus pueblos, en tanto que
también las ha habido que, sin ninguna de esas condiciones,
han gobernado en sistemas presidencialistas.
De todas formas, se trata sólo de mi personal convicción
como ciudadano, por lo que me felicito de que en mi país no se
admita
la

reelección

indefinida

y

siento

que

no

adopte

el
sistema parlamentario.