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Pero
sería
sumamente
peligroso
que
esta
Corte,
competente
para

sancionar

a

los

Estados

que

cometen
violaciones
a

los

Derechos

Humanos,

asumiese

competencia
para prevenir todos los posibles ardides o engaños frecuentes
para captar votos.
13. La prevención de riesgos no tiene fin
Hace tiempo que en el derecho en general, en razón de
los
desarrollos

tecnológicos,

se

comenzó

a

hablar

de

la
sociedad de riesgo y de allí se dedujo por algunos la necesidad
de intervenir legislativamente antes de la producción de daños
y ni siquiera de peligros, sosteniéndose que era más eficaz
prohibir y sancionar conductas que no lesionasen derechos y
ni
siquiera

la

creación

de

situaciones

de

peligro,

pero

que
creasen riesgos de lesión de derechos.
Es obvio que por esta vía se puede llegar a un verdadero
totalitarismo
sofocante

de

todo

espacio

de

libertad

social,
porque
prácticamente
no
hay
conducta
que
no
pueda
calificarse
como

de

riesgo,

dependiendo

de

la

capacidad
imaginativa de cada legislador y de sus personales temores.
En el imperio romano se penaba severamente la fabricación de
telas
de

color

púrpura,

porque

era

el

color

imperial

y,

por
ende, si alguien las fabricaba sin autorización del emperador,
se
corría

el

riesgo

de

que

estuviese

participando

en

la
preparación de un golpe de Estado.
La
prevención

de

riesgos

no

tiene

fin,

puesto

que

hay
riesgos cercanos, lejanos y remotos, valoración que dependerá