LOS DERECHOS HUMANOS: AVANCES EN EL CUMPLIMIENTO DE
SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA
REVISTA DERECHO DE LAS MINORIAS VOLUME 1 2022
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Los
procesos

revolucionarios

fueron

el

motor

para

la

irrupción

histórica

de

los

derechos
humanos,
en

el sentido

en

que

hoy los

conocemos,

es decir

como

atributos

inherentes

a

la

persona
humana
que

se

afirman

frente

al

Estado.

Se

limitaron

entonces

a

los

derechos

individuales

y

las
libertades públicas, en nuestros días también designados como derechos civiles y políticos, que atañen a
la vida, a la integridad y a la seguridad de la persona, así como a las libertades fundamentales de religión,
de
expresión,

de

asociación

y

reunión,

de

tránsito

y

a

la

participación

en

el

gobierno

y

el

voto.
No obstante, en su origen, esos derechos no fueron propiamente universales, pues había importantes
grupos
excluidos

de su

ejercicio, si

no

de

su

titularidad,

al

menos

parcialmente,

como

las

mujeres

y
ciertas
minorías

en

especial

determinadas

por

la

raza,

origen

nacional

o

estatus

económico,
adicionalmente, aquellas revoluciones no alcanzaron a abolir la esclavitud.
Transcurrido más de un siglo fueron proclamándose más derechos que se refieren a la existencia
de
condiciones

de

vida

y

de

acceso

a

los

bienes

materiales

y

culturales

en

términos

adecuados

a

la
dignidad inherente a la familia humana y que se fueron incluyendo en las constituciones de los países
parte.
El
proceso

de

descolonización

que

resultó

de

la

creación

de

las

Naciones

Unidas,

que

trajo
consigo la democratización de la comunidad internacional, emergieron lo que se conoce como derechos
colectivos, tales como el derecho al desarrollo, a un medio ambiente saludable y a la paz.
Por otra parte las guerras mundiales que estremecieron el siglo XX fueron el factor determinante
para
la

internacionalización

de

los

derechos

humanos,

la

primera

manifestación

de

este

hecho
trascendental fue el Tratado de Versalles que puso fin a la primera Guerra Mundial, el cual contenía la
Constitución
de
Organización
Internacional
del
Trabajo,
un
instrumento
fundamental
del
reconocimiento y la protección de los derechos de trabajador.
Finalmente lo que condujo a una reacción tangible de la comunidad internacional para instaurar
un sistema supranacional de protección de los derechos humanos fue la constatación de los crímenes de
lesa
humanidad

cometidos

en la

era

nazi

y,

en

el

caso de

Guatemala los

crimines

ocasionados

en la
época de los 30 años de conflicto armado que se vivió.
Una vez proclamada la Declaración Universal las Naciones Unidas se propusieron elaborar un
tratado, como paso esencial para la garantía internacional de los derechos humanos, esa garantía debía
plasmarse en el derecho internacional mediante la adopción y puesta en vigor de tratados a través de los