EL PAPEL DEL DOCENTE Y LA NIÑEZ EN LA ESCUELA RURAL -
REMINISCENCIA DEL CONFLICTO INTERNO ARMADO,
PROVINCIA DEL SUMAPAZ AÑOS 2000-2004
REVISTA DERECHO DE LAS MINORIAS VOLUME 1 2022
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futbol!,
y

pues

ellos

ahí,

como

les

dice

uno

¿váyase?,

ellos

jugaban

incluso

futbol

con

los
militantes, tres “guerrillos” con los cinco niños que yo tenía solamente en la escuela, porque yo
tenía de grado primer hasta grado quinto (…)”
“En lo que estuve en esa escuela se hizo un buen trabajo y también con la ayuda de los
papás,
y

los

niños

aprendieron,

ya

el

segundo

año

los

que

pasaron

conmigo

a

quinto

grado
excelentes ¡excelentes!, los niños de grado cero, yo los cogí con los de primer grado, entonces
prácticamente hacían un primero, y ya cuando pasaban a segundo eran re pilos, yo hice mucho
por esa escuela, y queda la satisfacción de la orientación, mis alumnos no sabían que era una
fila, no sabían formarse, no sabían que era persinarse, no hacían una oración, yo siempre los
orienté
a

mi

religión

que

es

Católica,

hicimos

una

jornada

de

bautismos

y

de

primeras
comuniones
en

la

escuela

y

los

padres

quedaron

muy

agradecidos,

fueron

2

años

de

ardua
labor, a pesar de todas las adversidades que se presentaban en la escuela pero pues se trabajó,
porque
finalmente

las

políticas

del

Estado

y

todo

lo

que

gira

en

torno

a

estos

puestos

de
trabajo como docente, es difícil que uno se mantenga porque si ya salió el político entonces lo
sacaron a usted y chao y así de sencillo, por eso no se culminan los procesos”.
“Como
docente,

pienso

que

la

guerrilla

en

esos

momentos

miraban,

que

los

niños

si
estudiaran porque ellos veían que sus papás tenían que bregar mucho allá, es que en el campo
se
sufre

mucho,

o

sea

sus

madres

cocinar para

30

obreros,

ordeñar

yo

no


cuántas

vacas,
echar
su

chinito

a

la

costilla

pal

colegio

e

ir

a

llevar

el

almuerzo

por

allá

a

una

hora,

el
sufrimiento
es

muy

grande,

entonces

ellos

ayudaban

a

los

chicos

si

estudiaran

y

salieran
adelante,
que

miraran

el

ejemplo

de

sus

padres,

que

estudien

y

salgan,

eso

fue

lo

que

yo
percibí”.
“Nunca hable con un guerrillero, yo llegaba a la escuela, y decía buenos días o buenas
tardes, como están, compañero buenas tardes, por qué le decían a uno compañero, ¿de qué?
Bueno de lucha, (se ríe), pero no percibí influencias (…)” (comunicación personal)
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Alba Beltrán, (Loren Hernández Rodríguez, Entrevistador 08 mayo de 2021)