últimas décadas, de diversos grupos que, si bien se identifican como minorías, no entran en
esta clasificación (étnica, lingüística y religiosa) dadas sus características.
Al rastrear el concepto en la literatura, dada la multiplicidad de grupos diferenciados que
han aparecido en los últimos años y los diversos usos que se han dado al concepto, se torna
complejo identificar un significado universal para el mismo, aun cuando en su definición
etimológica ‘aparentemente’ la semántica se torna clara.
Al revisar el prefijo “Minor” del latín “menor” y el sufijo “ía”, usado en los sustantivos
femeninos abstractos para denotar una cualidad o estado del término en cuestión, se puede
aseverar que ambas partes que componen la palabra abren espacios para pensar en la
amplitud del significado: cantidades y cualidades juntas. ¿Qué tipo de cualidades convoca?
¿qué parámetros se han fijado para decidir si el número de personas que convoca un grupo
diferencial es el pertinente para considerarle una minoría? ¿qué es lo esencialmente
diferente para decir que un grupo hace parte de las minorías? Estas cuestiones, entre otras,
avizoran dificultades en el significado y, a su vez, en el uso del concepto dentro de los
disímiles discursos.
Ante la dificultad expresada, es importante aclarar que, si bien algunos teóricos han
consensuado cercanías semánticas en el uso del término en ciertos juegos del lenguaje, a la
fecha no se ha alcanzado una convencionalización universal para entender tal o cual cosa
por el mismo. No obstante, hay elementos que nos permiten aseverar que este es un
concepto netamente social.
El rastreo de “minorías” en la literatura devela que su uso está enmarcado en el campo de la
política y el derecho, por lo que está en relación con otros conceptos, tales como
“ciudadano”, “políticas”, “derechos”, “Estado”, “vulnerabilidad”, “instituciones”, entre
otros más. Asimismo, en su concepción más general, hace alusión a los sujetos que en un
número menor se diferencian de la mayoría de la población por ciertas cualidades o
atributos tanto físicos como ideológicos y en cuestiones de creencias.
No obstante, aparecen definiciones un poco más amplias que vinculan, además de las
diferencias expuestas por Capotorti, elementos como el sentido de solidaridad con el que se
identifican los movimientos diferenciados al operar en torno a la defensa de los intereses de
los colectivos en los que se asumen; todo ello, en aras de alcanzar la conservación de su