TRABAJO COMUNITARIO EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA: PERFILES Y FORMACIÓN
DE LOS TRABAJADORES
Marina Chena, Julio Muro, Silvia Plaza, Omar Barrault5
RESUMEN
En este trabajo, nos interesa comunicar reflexiones producidas en el marco de la
investigaciónCaracterísticas del trabajo comunitario en la ciudad derdoba” llevada a
cabo por la Cátedra Estrategias de Intervención Comunitaria, cuyos objetivos generales
fueron: describir las características del trabajo comunitario (TC) que han desarrollado
distintos actores estatales y no estatales en los últimos años; y construir tipologías del TC
que se desarrolla en esta ciudad. Se buscó caracterizar el TC desde la perspectiva de los
equipos que lo realizan6 con pertenencia a: estado municipal (centros de salud); estado
provincial (equipos de atencn comunitaria); Universidad Nacional de rdoba (cátedras);
ONG's (de promocn y desarrollo social). Las subvariables trabajadas fueron: el qué (las
definiciones en juego), los quiénes (los actores intervinientes), el dónde (el sector
geográfico), con qunes (los sectores y actores poblacionales con los que se trabaja y sus
características), el desde nde (los marcos teóricos e ideogicos que encuadran el trabajo
comunitario), el cómo (las estrategias, acciones y recursos) y el para q (las razones por
las cuales se realiza t C). Se trata de una plica de una investigacn realizada en el 1998
2000, lo que permite una mirada comparativa sobre las características del TC de fines de la
cada del '90 y sus caractesticas en la actualidad.
Desde este marco, nos proponemos exponer una caracterización general del lugar
de la formacn en el TC y su relacn con el perfil de lxs trabajadorxs comunitarixs. Los
aportes del psicólogo comunitario al TC y el impacto del agente externo en el abordaje
comunitario.
PALABRAS CLAVE
TRABAJO COMUNITARIO - PERFIL DEL TRABAJADOR COMUNITARIO - FORMACIÓN
EN TRABAJO COMUNITARIO.
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Miembros del equipo de investigación del proyecto titulado: Características del trabajo comunitario
en la ciudad de Córdoba. Incorporacn del actor organizaciones políticas territoriales. Radicado en la
Facultad de Psicología UNC. Aprobado y subsidiado por SeCyT para el período 2014-2015.
Direcciones de contacto: Marina Chena (marinachena@gmail.com); Julio Muro
(julimuro@hotmail.com); Silvia Plaza (silvplaza@yahoo.com.ar); Omar
Barrau lt(omarbarrault@gmail.com)
6 Se trata de un estudio descriptivo, que incluyó en su tratamiento aspectos cuantitativos y
cualitativos. En relacn al instrumento, se utili una entrevista semi-estructurada. Consta de 39
ítems, de los cuales 25 preguntas son abiertas y 14 son cerradas.
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Formacn en el TC
En este apartado abordaremos aspectos ligados a la formación necesaria para
realizar TC. Algunas interrogantes para su problematizacn son ¿cómo y q refieren, se
preguntan y proponen, los equipos de trabajo comunitario (ETC) en relación a la formación
en TC? ¿Creen que es necesaria una formación específica? ¿En que instancia y temáticas
se forman? ¿Qué consideraciones los equipos realizan sobre el estado actual de la
formación?
Los ETC sostienen que es necesaria la formacn específica para realizar TC. Se
destacan dos grupos: uno afirma que la formación necesaria debe ser teórica y práctica (con
un porcentaje levemente mayor), y otro que entiende que la formación debe ser política e
ideológica. En posiciones minoritarias se encuentra la afirmación de que no es necesaria
formación específica y la formación de grado alcanza. Sólo un 2% asume que lo más
importante es la práctica y que no se necesita formación profesional para realizar TC. Se
presenta aq al menos dos puntos de tensn y debate en el campo comunitario. Uno
referido al tipo de formación en cuanto a qué lo caracteriza y otro a la tensn formacn
profesional o no para hacer TC.
Los ETC comparten una propuesta para la capacitación específica necesaria para el
Trabajo Comunitario, situada en el campo de las Ciencias Sociales. Las disciplinas que se
destaca son Psicología, Antropología, Trabajo Social y Abogacía; Sociología y
Comunicacn Social. Las Ciencias de la Salud y Medicina tienen también un lugar
destacado. Se reedita aq lo encontrado en el estudio anterior, además ligado con
discusiones en el campo: la tensión entre el campo de las ciencias sociales y el campo de la
salud; y el campo de pertenencia de la Psicología Comunitaria.
También convergen en afirmar que la formacn específica en TC es escasa tanto en
la formacn de grado como en posgrado; y que en éstas los saberes ligados al TC no son
prioritarios. En relacn a las capacitaciones ofrecidas por las instituciones de pertenencia
(Provincia, Municipalidad) también aluden a la falta de formacn específica en TC y a una
formación carente de diversidad, (a pesar de la diversidad de enfoques); centrada en las
disciplina, con propuestas fragmentarias y desde una perspectiva individual. Universidad se
destaca en la propuesta de la implementación de currículas que aborden y desarrollen las
prácticas comunitarias.
En relacn a esto aluden que las concepciones de trabajo comunitario no son
integrales, y que las metodoloas en las que se forman son más bien asistenciales o
individuales, que no se reconocen distintos saberes, sumado a esto, también se nombra que
las formaciones dejan de lado la dimensión potica del TC. No hay diferencias sustanciales
con lo enunciado en el estudio anterior a fines de los noventa.
Se propone incluir en las capacitaciones específicas la problemática de género,
especialmente ligadas a los derechos de las mujeres, se destacan aquí los derechos
sexuales y reproductivos. Así también problemáticas y derechos ligados a los niño/as y a los
venes. Otros de los temas más referidos fueron problemáticas ambientales, Derechos
Humanos y Procesos comunitarios y organizacionales.
En lo metodogico es necesario formarse en herramientas y técnicas de
participacn, en trabajo en equipo y en dispositivos grupales. Se proponen metodologías de
Educacn Popular, Investigación Accn Participativa y estrategias y cnicas de
intervencn en el territorio.
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Universidad Municipalidad Provincia ONGs
Temas
Problemas
-Psicología
comunitaria,
diagnostico
comunitario,
nero y
ambiente.
-Derecho a la
salud, trabajo
infantil.
-Ciencias
sociales y salud.
-Género, derechos
sexuales y
reproductivos.
-Derechos Humanos.
-Atencn Primaria de
Salud, procesos
comunitarios.
-Arte y trabajo lúdico.
Concepcn de sujeto
activo, con recursos,
encuentro de saberes.
Salud pública, gestn
de servicios, atencn
primaria con una
mirada comunitaria.
-No hay una
temática que se
destaque.
-Fueron
nombradas:
género,
adicciones,
interdisciplina,
venes.
-Jóvenes/
juventud, nez.
Género.
-Procesos
organizacionale
s/ organización
comunitaria.
-Pobreza,
poticas
públicas.
Metodologí
a
-Trabajo en
equipo.
-Investigacn
accn
participativa y
Planificacn
Local
Participativa.
-Dispositivos y
herramientas grupales.
-Técnicas
participativas, visitas
domiciliaras, espacios
de encuentro, cnicas
de talleres.
-Participación y
estrategias de
intervención.
-Metodologías
participativas y
educación
popular.
-IAP.
Sistematización.
-Recreología.
Disciplinas No hay diferencias significativas por actor.
Cuadro 1: "Formacn específica necesaria para el TC
Fuente: Elaboración propia.
Ahora bien, cuando se pregunta en qué instancias y sobre que temáticas los equipos
de TC se han capacitado en los últimos años y en la actualidad. Sostiene que utilizan
diferentes medios para capacitarse, tanto internos como externos a sus lugares de trabajo e
insercn: seminarios, grupos de discusión, cursos externos, jornadas, encuentros,
congresos. En todos, la problemática de la participacn está presente y se destaca, luego
problemáticas de nero (especialmente violencia de nero) y la estrategia de la Atencn
Primaria en salud (APS). Nez, salud mental y abordaje comunitario son tambn objeto de
capacitacn.
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La participacn se propone claramente como problemática; ligado tanto a lo
metodogico como categoría o concepto clave.
Consultados acerca de si trabajan con alguna problemática específica, la totalidad de
los actores puntualizaron en ellas, en algunos casos centrados en los sujetos con que
trabajan y otros más ajustados a la noción de problemática en sí. Predominan entre las
respuestas las teticas de salud, derechos y género. En algunos casos las presentan
como problemáticas específicas, en otros constituyen una mirada transversal respecto de
las intervenciones que realizan. Esto último es atribuido especialmente al trabajo con los
derechos o desde un enfoque de derechos. En las problemáticas aparece con mayor énfasis
el campo de los derechos humanos, el enfoque de derechos y el trabajo con leyes
protectoras de la nez, por ejemplo. Y que como tal no está presente en la formacn
necesaria o en capacitaciones actuales.
Los temas, problemáticas y metodologías sobre las cuales para los ETC es
necesario formarse, nos habla de un aspecto más amplio y complejo, que refiere a la
relacn trabajador/a comunitario/a-comunidad y psicólogo-comunidad. Desde este aspecto
se abren otros cuestionamientos: ¿cuál es para los ETC el perfil del trabajador/a
comunitario/a? ¿Cuáles son los aportes del psilogo/a al TC? ¿Cómo caracterizan el
impacto del agente externo? Esto se trabajará en el pximo apartado.
Perfil del trabajador comunitario e impacto del agente externo (AE) en la intervención
En relacn al perfil del trabajador comunitario, los equipos aluden a tres grandes
aspectos: las características personales, la formación y capacitacn y la posicn en el TC.
En cuanto a las caractesticas personales se habla mayormente de ser comprometido”,
implicado, flexible”, sensible”, paciente”, activo. A su vez tener capacidades de:
escucha (la de mayor énfasis), trabajo en equipo y/o con otros, tener ganas”, y poner el
cuerpo”. Se nombre la capacidad para animar. Algunos refieren a ser una persona
humana” para llegar al otro.
Tener formacn y capacitacn es el aspecto más recurrente con escasa
especificacn de formacn en qué. Algunos aluden a trabajar con grupos comunitarios en
redes sociales y mirar necesidades específicas de los sujetos en el territorio desde el lugar
que ocupan.
En cuanto a posicn, el perfil se liga mayormente a ser “facilitador de procesos”, y no
a la de experto. Los procesos se adjetivan: comunitarios, de encuentro”, de cambio”, de
empoderamiento”, de transformacn, organizativos”, quedando asociados, a su vez, a
diferentes aspectos. En relacn a esto, en cuanto a las intencionalidades, los ETC enlazan
al perfil con particularidades: la transformacn” promocn de procesos organizativos una
opcn potica, las ONGs; “favorecer y/o promover la participación facilitar procesos de
encuentro”, la Universidad; Promover un posicionamiento activo, creativo, con lectura
ideológica, potica para con las pcticas que se realizan”, enunciado por Provincia.
Infiriendo desde las entrevistas, al rol de facilitador lo constituyen componentes como la
escucha, la valoracn de necesidades y recursos”, la sensibilidad y la promocn de
posicionamientos activos, la idea de transformación.
En el estudio anterior todos los actores apelan a características personales que este
sujeto debe poseer: sensibilidad, compromiso, apertura, escucha, flexibilidad, tolerancia,
critico, creatividad, con resistencia a la frustración, etc. El único actor que le daba un
nombre eran las ONGs, llandolo educador, educador social, facilitador, capacitador
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social. Y en el estudio actual fue el único actor que lo liga explícitamente a una opcn
potica.
Los aportes del psicólogo comunitario al trabajo comunitario, que consideran los
ETC, son variados. El énfasis es puesto en la relacn del psicólogo con la comunidad.
Todos lo ligan a la dimensn subjetiva de las condiciones y contextos en los que trabaja.
Respecto de la relacn del psicólogo comunitario con la comunidad se identifican dos
campos claros de incumbencia: el que más se enfatiza es el vincular (en lo inter- personal, lo
grupal y los vínculos en la comunidad) y el otro, lo más específicamente comunitario, con
menor recurrencia, que refiere a la organizacn y la facilitacn de la participacn que entre
en cuestión con los posicionamientos.
Entre los aportes menos nombrados señalamos: análisis de procesos y de
problemáticas, y la identificacn de la diversidad de puntos de vista sobre éstas, nombrando
la herramienta de diagnóstico comunitario para entrada a la comunidad. También se
propone el acompañamiento de las dinámicas de estados de ánimo, diversidad de sentidos
y afectividades dentro de la comprensn de un proceso comunitario.
En relacn al estudio 1998-2000, el aporte del psicólogo es entendido como
psicólogo cnico-institucional o como experto en conflictos relacionales, en general incluido
desde y en el campo de lo grupal. También se consideran sus aportes en diagnósticos, en
lecturas y/o análisis de la realidad comunitaria”. Comparativamente, en las consideraciones
generales, observamos hoy mayor variedad; y, aun cuando lo vincular es una dimensn que
se enfatiza, también se la relaciona con la comunidad y/o lo comunitario, o con lo
organizacional-comunitario; y no sólo con lo grupal.
Los impactos del AE en la intervencn, están ligados tanto a la generacn de
autonomía y la colaboración con nuevas pcticas, como a la generación de conflictos,
choques, dificultades, dependencia, rupturas con lo que se viene haciendo, su insercn
puede ser vivida como amenazante. La característica del impacto depende de múltiples
factores, las experiencias previas en la comunidad y la manera en la que se ingresa a la
comunidad son los factores más referidos. Otros factores nombrados son: el estilo de la
entidad (si es expulsora o invasiva”), la modalidad de cada profesional para relacionarse
con la gente (“directivo o no), las expectativas de la comunidad, la capacidad de escucha y
de registro de posibilidades y limitaciones por parte del AE, la relaciones de poder en cuanto
a la simetría-asimetría en la toma de decisiones. Para algunos de los entrevistados el lugar
de externo marca una diferencia en cuanto a educacn y cultura lo cual implica más
claridad crítica al estar mirando desde otro lugar.
Desde la lectura de lo registrado se puede se visualiza la función del AE en la tensn
aportar-imponer en algunos casos no sólo por el lugar de externo en sí, sino también por
ser empleado de estado.
Conclusiones
Las relaciones entre formación y perfil, constituye una relacn compleja, en donde
se observan distintas tensiones a atender:
Aun cuando se reconoce la importancia de la formación específica en TC, se observa
por un lado una deficiencia o restriccn en la formación de grado y postgrado y en pcticas
comunitarias y por otra una cierta dificultad de definir qué es lo específico en la formación
necesaria en TC.
Tensión entre lo emergente y los procesos de base ligados al campo comunitario.
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Esto se observa en la opcn de focalizarse en temas y/o problemáticas emergentes y
particulares o sostener una posición comunitaria que excede los recortes espeficos de
problemáticas abordadas incorporando una definicn, ético-potica, epistemogica y
metodológica de la intervencn en distintos ámbitos. Entonces: ¿Las problemáticas
abordadas y los sujetos con quienes se trabajan, delinean el perfil? En este sentido ¿se
construye el perfil a partir, por ejemplo del trabajo con nos y jóvenes desde una
perspectiva de derechos, o en relación al abordaje de situaciones de violencia de nero?
Cabe interrogarse si la mayor presencia del estado y las poticas públicas, a como la
produccn de leyes, orientan un cierto énfasis en estos aspectos.
Tensión entre pertenencia institucional, formacn y perfil. Esto se pone en tensión
cuando en la pctica los equipos se encuentran con situaciones de repliegue del equipo
desde lo comunitario hacia lo institucional ante las dificultades. A esto se le agrega las
diferencias entre las gicas institucionales y gicas de los procesos comunitarios. Nos
preguntamos por un lado si este retraimiento se observa también en perfiles de formación
realizados o propuestos.
Para finalizar, según los equipos la frase que mejor representa su situacn hoy es
que cada vez se hace menos trabajo comunitario.”, le sigue en orden cada uno hace lo que
quiere y por ultimomuchos dicen que hacen trabajo comunitario cuando no lo hace” y
realizamos actividades que incluimos como trabajo comunitario cuando no lo son”.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos podemos decir que encontramos como puntos de
discusn: la definicn de los perfiles, las dificultades en relacn a las instituciones que
incluyen no sólo al perfil sino al reconocimiento y legitimacn de un hacer y tambn la
pregunta por el recurso humano necesario para desarrollar el trabajo comunitario.
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